"Israel no quiere pagar el precio de la paz", asegura Jaled Mishal, el líder de Hamás en el exilio. Pero este activista reconvertido a político no espera que le crean y se esfuerza por argumentar sus declaraciones. Enumera el rechazo de Israel a todos los planes de paz, el hecho de que ignorara la tregua unilateral que el Movimiento de Resistencia Islámica decretó en 2005. Pero también responsabiliza a EE UU, cuya política considera que "ha fracasado en Irak, Palestina y Líbano". "No se puede alcanzar la paz en la región sin Hamás", concluye.
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Líder d eHamás, el mismo que seguramente enviaba a sus suicidas a camiones llenos de civiles, tanto judíos como árabes. A ver quien le cree, Sólo hay que seguir los datos históricos, cada vez que se vislumbraba acuerdos o reuniones para tratar temas especificos y lograr la Paz en algun futuro, volaba un autobus lleno de gente, lo que hacía que se cancelaran esas reuniones.
Si quisieran la paz ¿Porque no dejan las armas y los ataques suicidas y los lanzamientos de cohetes?
¿El líder de Hamás? ¿El mismo que ordena lanzar los cohetes? ¿Me pondrán mañana alguna cita del Zutabe con Francisco Javier López Peña declarando algo parecido?
#1 y #2, este hombre está diciendo verdades como puños. Pero como verdaderos puños. Y dá igual si Israel cierra los ojos. La verdad es tan escandalosamente clara que ni el más fanático de los fanáticos sionistas la va a poder ocultar con la sangre de los palestinos.
Por cierto, ¿porqué a los Palestinos los llaman terroristas y a los japoneses de la segunda guerra mundial kamikaces? Está clarísmimo que volar un autobus con personas inocentes es una auténtica barbaridad y no debería ocurrir en ningún caso, pero que por cada muerto de un bando mueran 100 civiles del otro, también lo es. De hecho, en la barbara lógica de la guerra, lo es aún más porque no lo realiza alguién a costa de su vida, sino que los que matan y asesinan niños, mujeres y todo lo que se ponga delante, esa noche duermen en su cama caliente. Y usar métodos fascistas como disparar misiles en medio de una avenida son tan miserables o más que el atentado suicida contra inocentes.
Los medios de comunicación han conseguido que amemos a los opresores y odiemos a los oprimidos.