Publicado hace 12 años por cd_autoreverse a beyders.wordpress.com

...Vi el terror en su mirada; estaba a punto de llorar y no tuve más remedio que interesarme por la enorme desgracia que, sin lugar a dudas, le había ocurrido. ¿Le habrían robado algo en casa? ¿El secuestro de un familiar? ¿Una muerte? No, nada de eso. Fue mucho peor: un vecino desalmado había invadido su plaza de aparcamiento. La moza estaba completamente desesperada y me decía que no sabía qué hacer. Hombre, yo sé lo que haría –le dije con tono tranquilizador- pero creo que tú deberías limitarte a aparcar en la calle...