Abel Rodríguez había sido recogepelotas en la concentración de pretemporada del equipo blanco en Los Ángeles, el pasado verano. Viajó sin hotel y sin entradas a Madrid sólo para ver a sus ídolos en el clásico contra el FC Barcelona del 2 de marzo. El portugués lo alojó en el hotel de concentración, le dio una entrada VIP y después, lo contrató de utillero por un día.