Ahhh, que tiempos aquellos, aunque se han dejado el mitico rodillos de primavera o el de quedarse clavado en una pared con velcro
Ya podían hacerlo aquí, en lugar de tanto concurso chorra de cocina. Pero gran parte del mérito lo tenían los dobladores, soltando chorradas y poniendo apodos a los chinos.
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Ahhh, que tiempos aquellos, aunque se han dejado el mitico rodillos de primavera o el de quedarse clavado en una pared con velcro
Ya podían hacerlo aquí, en lugar de tanto concurso chorra de cocina.
Pero gran parte del mérito lo tenían los dobladores, soltando chorradas y poniendo apodos a los chinos.