"'El ser humano es la medida de todas las cosas' (Protágoras), no el euro, ni el dólar. Las Personas." Bernardo Souvirón, Profesor de Lenguas y Cultura Clásica.
#2 Me alegro mucho de que te haya calado, a mi me tiene enganchado hace años. A través de sus intervenciones, se hace cuando menos curioso descubrir cosas como que para los atenienses el sistema electoral de candidaturas era una aberración ya que creaba oligarquías, que era aquello que precisamente querían eliminar a través de su invento, la democracia. Los cargos se elegían por sorteo, lo cual obligaba a los ciudadanos a la responsabilidad, ya que cada cargo era bien auditado después de su mandato, el cual nunca duraba más de un año -ni siquiera en Roma, que nunca fue una democracia-.
Una pena que esto pase desapercibido. Me parecía muy interesante cómo señala que la deshumanización educativa viene acompañada por la desaparición del ser humano como medida: cuando ministros y presidentes consideran como buena noticia una medida económica que supone una desgracia humana, algo que resultaría impensable no hace tanto tiempo. ¿Lo toleramos por habernos deshumanizado, educativamente hablando? Curioso cuando nuestra civilización se supone cimentada en aquellos principios...
#1 Pues sí que es una pena, porque es realmente interesante. No conocía a Bernardo Souvirón. A partir de ahora lo seguiré con atención. Muchas gracias por presentármelo.
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#2 Me alegro mucho de que te haya calado, a mi me tiene enganchado hace años. A través de sus intervenciones, se hace cuando menos curioso descubrir cosas como que para los atenienses el sistema electoral de candidaturas era una aberración ya que creaba oligarquías, que era aquello que precisamente querían eliminar a través de su invento, la democracia. Los cargos se elegían por sorteo, lo cual obligaba a los ciudadanos a la responsabilidad, ya que cada cargo era bien auditado después de su mandato, el cual nunca duraba más de un año -ni siquiera en Roma, que nunca fue una democracia-.
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Una pena que esto pase desapercibido. Me parecía muy interesante cómo señala que la deshumanización educativa viene acompañada por la desaparición del ser humano como medida: cuando ministros y presidentes consideran como buena noticia una medida económica que supone una desgracia humana, algo que resultaría impensable no hace tanto tiempo. ¿Lo toleramos por habernos deshumanizado, educativamente hablando? Curioso cuando nuestra civilización se supone cimentada en aquellos principios...
#1 Pues sí que es una pena, porque es realmente interesante. No conocía a Bernardo Souvirón. A partir de ahora lo seguiré con atención. Muchas gracias por presentármelo.