A estas alturas es difícil imaginarse una forma de protesta tan espantosa y desesperada como es prenderse fuego a uno mismo, pero a veces nos podemos llevar sorpresas muy tristes. El mes pasado, un joven tibetano se apuñaló en el pecho hasta morir y escribió un mensaje por la libertad del Tíbet con su propia sangre
El mero hecho de fijarse en todos estos sacrificios es un ejemplo perfecto de cómo es la filosofía tibetana: Perfectamente podrían atacar a los chinos, podrían robar explosivos y ponerlos en cualquiera de los muchísimos edificios del gobierno que hay por todas partes. Podrían asesinar a los muchos vecinos chinos de etnia han que tienen puerta con puerta, podrían boicotear negocios chinos, podrían matar a cualquier policía, podrían tirar cócteles molotov contra las comisarías, podrían prenderle fuego a cualquier sede del Partido Comunista, que también están por todas partes... pero no lo hacen, prefieren hacer algo por sí mismos de forma que llamen la atención internacional suplicando ayuda al exterior pero sin querer hacer daño a nadie. No quieren acabar con los chinos, ni siquiera pretenden cambiar el gobierno chino: Quieren quitarse de encima esa represión, esa ocupación, quieren sencillamente, seguir siendo tibetanos. Y lo siguen siendo hasta para protestar de las formas más horribles. Justo ese hecho es una buena razón para pensar que los chinos y los tibetanos son pueblos diferentes.
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El mero hecho de fijarse en todos estos sacrificios es un ejemplo perfecto de cómo es la filosofía tibetana: Perfectamente podrían atacar a los chinos, podrían robar explosivos y ponerlos en cualquiera de los muchísimos edificios del gobierno que hay por todas partes. Podrían asesinar a los muchos vecinos chinos de etnia han que tienen puerta con puerta, podrían boicotear negocios chinos, podrían matar a cualquier policía, podrían tirar cócteles molotov contra las comisarías, podrían prenderle fuego a cualquier sede del Partido Comunista, que también están por todas partes... pero no lo hacen, prefieren hacer algo por sí mismos de forma que llamen la atención internacional suplicando ayuda al exterior pero sin querer hacer daño a nadie. No quieren acabar con los chinos, ni siquiera pretenden cambiar el gobierno chino: Quieren quitarse de encima esa represión, esa ocupación, quieren sencillamente, seguir siendo tibetanos. Y lo siguen siendo hasta para protestar de las formas más horribles. Justo ese hecho es una buena razón para pensar que los chinos y los tibetanos son pueblos diferentes.
#3 no lo había pensado asi, gracias.
Me indigna que nadie haga nada, ni la OTAN, ni la ONU ni nadie, igual que en Siria...
en la prensa no sale mucho pero ya van 92 inmolados
http://libertadparatibet.wordpress.com/2012/12/03/lobsang-gendun-un-monje-de-golog-es-el-92o-tibetano-auto-inmolado/
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