"¿Tú estás loco?”, exclamó Narciso Ibáñez Menta a su hijo en algún momento de 1972. “¿Un concurso? ¡Eso es para cómicos!”. Ibáñez Menta, actor y director teatral que puso en escena obras como Fausto, Muerte de un viajante o Manos sucias y una leyenda del terror en Hispanoamérica, consideraba que eso de un show televisivo de preguntas y respuestas era, cuanto menos, poco hidalgo. Su hijo, Narciso Ibáñez Serrador, Chicho entonces para los amigos y poco después para el mundo, era ya una figura dentro de la televisión gracias a programas de terror
El 1, 2, 3 triunfó porque era un programa de variedades fresco, dentro de una televisión encorsetada por la dictadura, y en la que solamente había un canal y que empezaba a emitir a las 6 de la tarde (más adelante hubo otro que empezaba a las 10 de la noche, de deportes). Y encima con chicas jóvenes y atractivas. Para esa época, los países libres nos llevaban décadas de ventaja. No creo que fuese difícil copiar esto y aquello de otras televisiones.
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El 1, 2, 3 triunfó porque era un programa de variedades fresco, dentro de una televisión encorsetada por la dictadura, y en la que solamente había un canal y que empezaba a emitir a las 6 de la tarde (más adelante hubo otro que empezaba a las 10 de la noche, de deportes). Y encima con chicas jóvenes y atractivas. Para esa época, los países libres nos llevaban décadas de ventaja. No creo que fuese difícil copiar esto y aquello de otras televisiones.