La noche de Halloween ha ido adoptando distintas variantes y ya no es sólo una oportunidad para disfrazarse de vampiro y decorar la casa de calabazas. Junto a las miles de promociones de los centros comerciales o de los parques de atracciones esta noche ha servido también como excusa para dar lugar a una nueva fiesta gay. En Nueva Orleans, EEUU, así han entendido que es como se debe celebrar.
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El dia que cruze a la cera de enfrente me voy a llenar de purpurina y confeti