Escoge "algo" de valor, haz apuestas sobre el precio futuro de ese algo, añade un contrato y ya tienes un Derivado. También puede ser usado como un seguro apostando si un crédito podrá ser o no devuelto. Es como un gran Casino en el que en lugar de ruleta o cartas se apuesta sobre el valor futuro de prácticamente cualquier cosa. Los Bancos generan beneficios masivos de los derivados y cuando esta burbuja explote, lo más probable es que la factura la acabe pagando el contribuyente. El Gran Casino Global de los Derivados en modo visual.
Impresionante visualización de pilas y pilas de trillones de dinero inexistente que acaba influyendo crucialmente en lo que nos cuesta prácticamente todo.
Sólo los nueve mayores bancos de EE.UU. poseen en derivados un volumen tres veces superior al PIB mundial. A nivel global se estima que la cifra está entre 10 y 20 veces.
Esto es tan poco ético como permitir hacer una porra sobre el momento de la muerte de una persona. El conflicto de intereses es tan evidente que provoca ganas de vomitar... Ni impuestos ni gaitas. Debería estar prohibido.
(Supuesto 1: Mi mujer y mis hijos han apostado a que mañana me muero. Si eso sucede se forran. Igual se me pasa por la cabeza suicidarme. Supuesto 2: Una empresa ha invertido millones apostando que mañana me muero. Si eso sucede se forran. Existe un desmesurado interés por su parte de yo mañana sufra un inexplicable accidente. Supuesto 3:...)
#5 Es ligeramente diferente "pagar" por un seguro personal que permitir apostar a terceros. En los seguros se contempla el suicidio ( o el asesinato por parte del beneficiario) como causa de exclusión. En los derivados bancarios no: si apuestas a que un país hace "default" y quiebra, cobras aunque se lo haya provocado el propio país (tal vez a causa de unos gobernantes a sueldo del apostador... Nuestro ministro de economía trabajó para Lehman)
#6#5 en el caso de los derivados, el conflicto de intereses y la capacidad de influir en el resultado de la apuesta es bestial. Siguiendo con el ejemplo del default, si un banco tiene algún que otro trillón apostado a la quiebra de un país, ¿qué actitud creéis que tomará en las próximas subastas de deuda de ese país?
Peor aún, si estos bancos, además, son los dueños de las "agencias de calificación" que ayudan a pegar ese empujoncito de la quiebra, ¿qué calificación le irán otorgando?
Ejemplos hay por miles, inmorales e, incluso, inhumanos. Imaginad que uno de estos grandes bancos apuesta a que el trigo subirá una barbaridad de precio y, sin embargo, la cosecha se plantea opuesta, esto es, más oferta a menor precio. Inexplicablemente se producen un incendios que destruyen gran parte de la cosecha del principal productor del mundo, que cierra sus exportaciones para proteger a su población y hace que los precios internacionales se disparen.
#5 Los seguros de vida no cubren suicidios. Además yo no puedo hacerte a ti un seguro de vida en el que yo sea beneficiario, de la misma forma que no puedo hacer un seguro a tu casa siendo yo el beneficiario.
La norma es (más o menos, sin entrar en matices) que una persona solo puede asegurar y hacerse beneficiario de algo de su propiedad. Lo que pasa con los derivados es que esa norma no existe y pueden "apostar" por lo que les de la gana.
Comentarios
Si hoy se estableciese un impuesto del 50% a los beneficios en derivados, el lunes la crisis habría acabado.
Impresionante visualización de pilas y pilas de trillones de dinero inexistente que acaba influyendo crucialmente en lo que nos cuesta prácticamente todo.
Sólo los nueve mayores bancos de EE.UU. poseen en derivados un volumen tres veces superior al PIB mundial. A nivel global se estima que la cifra está entre 10 y 20 veces.
Esto es tan poco ético como permitir hacer una porra sobre el momento de la muerte de una persona. El conflicto de intereses es tan evidente que provoca ganas de vomitar... Ni impuestos ni gaitas. Debería estar prohibido.
(Supuesto 1: Mi mujer y mis hijos han apostado a que mañana me muero. Si eso sucede se forran. Igual se me pasa por la cabeza suicidarme.
Supuesto 2: Una empresa ha invertido millones apostando que mañana me muero. Si eso sucede se forran. Existe un desmesurado interés por su parte de yo mañana sufra un inexplicable accidente.
Supuesto 3:...)
#4 Eso se llama 'Seguro de vida' es bastante habitual hacerlos, lo poco etico seria que tu mujer te matase para cobrarlo, no el hacerlo.
#5 Es ligeramente diferente "pagar" por un seguro personal que permitir apostar a terceros. En los seguros se contempla el suicidio ( o el asesinato por parte del beneficiario) como causa de exclusión. En los derivados bancarios no: si apuestas a que un país hace "default" y quiebra, cobras aunque se lo haya provocado el propio país (tal vez a causa de unos gobernantes a sueldo del apostador... Nuestro ministro de economía trabajó para Lehman)
#6 #5 en el caso de los derivados, el conflicto de intereses y la capacidad de influir en el resultado de la apuesta es bestial. Siguiendo con el ejemplo del default, si un banco tiene algún que otro trillón apostado a la quiebra de un país, ¿qué actitud creéis que tomará en las próximas subastas de deuda de ese país?
Peor aún, si estos bancos, además, son los dueños de las "agencias de calificación" que ayudan a pegar ese empujoncito de la quiebra, ¿qué calificación le irán otorgando?
Ejemplos hay por miles, inmorales e, incluso, inhumanos. Imaginad que uno de estos grandes bancos apuesta a que el trigo subirá una barbaridad de precio y, sin embargo, la cosecha se plantea opuesta, esto es, más oferta a menor precio. Inexplicablemente se producen un incendios que destruyen gran parte de la cosecha del principal productor del mundo, que cierra sus exportaciones para proteger a su población y hace que los precios internacionales se disparen.
¿Ciencia ficción? http://elpais.com/diario/2010/08/06/internacional/1281045605_850215.html
#5 Los seguros de vida no cubren suicidios. Además yo no puedo hacerte a ti un seguro de vida en el que yo sea beneficiario, de la misma forma que no puedo hacer un seguro a tu casa siendo yo el beneficiario.
La norma es (más o menos, sin entrar en matices) que una persona solo puede asegurar y hacerse beneficiario de algo de su propiedad. Lo que pasa con los derivados es que esa norma no existe y pueden "apostar" por lo que les de la gana.