Eran propiedad del coronel Luis de Martín-Pinillos, que estuvo al frente de la Inspección de los Campos de Concentración de Prisioneros de guerra. Ahora, su nieta se las ha vendido al Ministerio de Cultura.
Ahora la tradición exige que se lo regalen a otro alto cargo del franquismo.
Como aquella vez que nos gastamos dos millones de euros en un regalo a cierto alto cargo del franquismo amigo del latrocinio y la bebida para que acabase finalmente en manos de otro cargo franquista como Abel Matutes.
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Ahora la tradición exige que se lo regalen a otro alto cargo del franquismo.
Como aquella vez que nos gastamos dos millones de euros en un regalo a cierto alto cargo del franquismo amigo del latrocinio y la bebida para que acabase finalmente en manos de otro cargo franquista como Abel Matutes.
#1 Me parece que en esa foto está tirando otra modelo por la borda .
Y no podían simplemente copiar las fotos.