General Motors está a punto de recuperar el liderazgo mundial de fabricantes de automóviles que le arrebató Toyota en 2008, cuando el gigante de Detroit estaba condenado a la quiebra. La firma japonesa, de hecho, ha visto perder su trono en 2011 hasta caer a la tercera posición de ventas mundiales, por detrás de GM y Grupo VW.