Hace 10 años | Por shake-it a europapress.es
Publicado hace 10 años por shake-it a europapress.es

La Fiscalía de Málaga ha archivado las diligencias de investigación iniciadas a raíz de las declaraciones sobre la homosexualidad realizadas por el cardenal español Fernando Sebastián. Así, aunque estima que las manifestaciones son "muy desafortunadas", señala que no suponen una infracción penal y que están amparadas en el derecho a la libertad de expresión y a la libertad religiosa.

Comentarios

kampanita

Pues como a mi también me ampara la libertad de expresión dire que ME CAGO EN DIOS Y EN TODA SU PUTA IGLESIA.

cabobronson

#2 Y en todos los santos y vírgenes

D

#2 Yo añadiría un: ME CAGO EN TODOS LOS CURAS PEDERASTAS VIOLADORES DE NIÑOS Y EN LA IGLESIA CÓMPLICE QUE LES ENCUBRE Y PROTEGE.

D

Y a Pablo Hásel 2 años de cárcel, la extrema derecha tiene libertad de expresión, la izquierda no.

Asi es este estercolero de basura fascista.

D

Novedad

D

Hace unos pocos años, un periódico perteneciente a "Editorial Católica" publicó un artículo de opinión en el que insultaba a los homosexuales y pedía que fuesen castrados y ejecutados:
http://elpais.com/diario/1998/07/17/sociedad/900626401_850215.html

Tampoco hubo juicio porque el juez también dijo que aquello era libertad de expresión.

Ahora si se te ocurre hacer una pequeña broma con un crucifijo sí tienes juicio por ofensas a la religión:
Javier Krahe será juzgado el 28 de marzo por su corto 'Cómo cocinar un Cristo'

Hace 12 años | Por --221617-- a elmundo.es


Si una persona homosexual dijese lo mismo que ellos pero al revés estaría juzgado, condenado y todos sabríamos su nombre porque los medios católicos lo pondrían como epítome de la homosexualidad.

DexterMorgan

La libertad religiosa es un tipo especial de libertad, que está por encima de la libertad de expresión, parece ser.
Concretamente sirve para estirar la libertad de expresión de los fans del amigo imaginario por encima del derecho a la dignidad de los demás, y además sirve también para encoger la libertad de expresión de todos los demás en todo aquello que sea criticar u opinar sobre las imbecilidades mitológicas que son el centro de su superstición.