Hace 11 años | Por plutonesunplane... a abc.es
Publicado hace 11 años por plutonesunplaneta a abc.es

El mito de la sanidad cubana se desmorona a la misma velocidad que sus desvencijados hospitales,frustrados profesionales y el régimen comunista en general,sobre todo desde que le faltan los subsidios de la antigua URSS.La revolución castrista del 59 implantó unos servicios sanitarios en teoría gratuitos y universales pero,como en el bloque soviético,muy básicos y plagados de carencias.El gran éxito del S.de Salud cubano,es que «la propaganda oficial los ha convertido en los mejores del mundo»,y médicos y enfermeros son los peor pagados.

Comentarios

D

Made in abc, que se podria esperar de esta gente. Y no entro a valorar la verosimilitud de lo que dicen, que no lo se, pero que raro que lo digan ellos ¿verdad?
A lo mejor, podrían hablar de lo que está pasando en los hospitales privatizados del PP..ah no..lo que pilla cerca a los españoles no importa, sigamos hablando de los comunistas.

natrix

Si la estrategia es poner peor la sanidad de un país tercermundista para que parezca que la española es mejor, mal vamos.

sotillo

#2 Si es que como los del ABC tienen sanidad privada no saben como quieren dejar la publica española

Alvar

y en cuba comen niños y tienen la piel roja y rabo, sí ya lo sabemos. Lo aprendimos con paca la culona.

iosusie

falta la etiqueta de humor?

D

Mejor externalizar sin duda...

HORMAX

La película Sicko, de Michael Moore ya dejó perfectamente claro la superioridad de la sanidad cubana respecto a la de EEUU.

Las tasas de supervivencia infantil, 10 veces superiores a las de Manhattan también.

Si alguien quiere mentir sobre este tema, que se lo piense bien antes de hacerlo.

p

Curiosamente tengo un familiar casado con una cubana. En su casa, en plena Habana no hay cristales. TODAS las medidinas que necesitan se las manda mi familiar, por no tener no tienen suficiente potencia en su cocinas para que el agua hierva... Están en la más hundida miseria, pero eso, lo diga el abc o lo diga yo no gusta oírlo.