Hace 10 años | Por Chitauri a pacotraver.wordpress.com
Publicado hace 10 años por Chitauri a pacotraver.wordpress.com

Lo que hoy es inadaptativo pudo no serlo ayer y lo que es inadaptativo en un ambiente puede no serlo en otro.

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hamahiru

Algo en mi interior me dice que sí.

Chitauri

Esquizofrénico con dinero=artista. Esquizofrénico sin dinero=tarado

Tengo una especie de teoría sobre la esquizofrenia que más o menos viene a decir lo siguiente: "Esquizofrénico con dinero=artista. Esquizofrénico sin dinero=tarado". Desde aquí ofrezco al campo de la psiquiatría este pensamiento para que algún señor con bata blanca establezca algún algoritmo, teoría o algo publicable.

Ahora en serio. Aunque esto pueda ser así en cierto grado, intentaré dejar mi habitual tono jactancioso de lado porque estamos hablando de una enfermedad que conlleva mucho padecimiento. La persona esquizofrénica sufre, y sufre muchísimo, así como también su entorno.

Por otra parte es cierto que mucho de este sufrimiento deriva del estigma social asociado a dicha enfermedad, así como también es cierto que existe mucha polémica en cuanto al término "esquizofrenia" en sí. En palabras de Paul Hammersley, quien lidera la Campaña por la Abolición de la Etiqueta Esquizofrenia,

La idea de que la esquizofrenia puede ser vista como una enfermedad cerebral específica, genética y biológicamente determinada, se ha basado principalmente en mala ciencia y control social desde su concepción.

Es una afirmación fuerte, desde luego, aunque el tipo no es un cualquiera: es profesor de la Universidad de Manchester y su campo es el de las terapias cognitivas para el tratamiento de la psicosis. La página web de la campaña está llena de buenos argumentos que soportan su visión, y podéis encontrarla en Asylum Magazine for Democratic Psychiatry - An International Magazine for Democratic Psychiatry | Asylum Magazine for Democratic Psychiatry.

Por mi parte, intentaré ofrecer un par de buenas razones para llevar la discusión de la esquizofrenia un poco más allá. Y lo del más allá quizá lo diga literalmente.


El experimento de Rosenhan
Para empezar, podéis echarle un ojo un hilo de nosceteipsum en decondicionamiento, del que extraeremos lo concerniente al experimento de Rosenhan:

En 1973, David Rosenhan publicaba en la revista Science el artículo Estar sano en lugares enfermos.

A principios de la década de 1970, David Rosenhan se propuso examinar hasta qué punto los psiquiatras eran capaces de diferenciar el “cuerdo” del “demente”. Rosenhan era consciente del enorme poder que tenían los psiquiatras y lo criticaba; por eso ideó un experimento para verificar si los conocimientos de los profesionales estaban a la altura del poder que tenían. Reclutó a ocho personas y, él incluido, buscaron la forma de ser internados en diversas instituciones mentales; una vez dentro, se comportaron con absoluta normalidad.

Nada tenía que ver con infecciones ni bacilos, sino con el mundo de la psiquiatría. El experimento consistía en ver qué sucedía si se hacía pasar a ocho personas sanas por enfermos mentales. Las instrucciones eran precisas: debían decir que oían voces que les decían estas tres únicas palabras: empty (vacío), hollow (hueco) y thud (ruido sordo).

Aparte de esto, y falseando sus datos, los «pacientes» debían responder verazmente a cualquier otra pregunta. Todos fueron admitidos en hospitales psiquiátricos. Una vez dentro, debían comportarse normalmente y, si les preguntaban, decir que las voces habían desaparecido. A pesar de esto, en promedio estuvieron internados 19 días y uno de ellos, 52. Todos menos uno fueron diagnosticados como esquizofrénicos.

Lo mejor de todo es que, dentro de la clínica, los únicos que se dieron cuenta de que eran perfectamente normales fueron… ¡los propios locos! El experimento concluyó que "queda claro que en los hospitales psiquiátricos no somos capaces de distinguir entre pacientes sanos y enfermos mentales".

(Rosenhan): "Había aprendido algo grave, había descubierto la crueldad de los manicomios, había confirmado que la psiquiatría estaba psiquiátricamente enferma. Se preguntó a cuánta gente en todo el país se diagnosticaría y medicaría erróneamente y se retendría en contra de su voluntad. ¿Acaso la etiqueta de “locura” engendraba locura, y así, es el diagnóstico el que esculpe el cerebro, y no viceversa? Quizá no sea el cerebro el que nos hace, sino nosotros quienes los hacemos a él. Quizá nos configuren las etiquetas que se van pegando a nuestro cuerpo."

Primera batallita
Acercáos y sentáos en círculo, porque el Sr.Psicoplasma va a contaros una historia presenciada por él mismo y con sus propios ojos. Fue en un pequeño simposio que se organizó sobre la esquizofrenia. Los ponentes eran una señora con un hijo esquizofrénico, la responsable del sanatorio mental y uno de los propios esquizofrénicos.

Dejadme que os hable de la impresión que nos causó la responsable del sanatorio tanto a mí como al Maestro Mushashi—un compinche aikido-ka con el que comparto la experiencia de haber percibido cosas ligeramente extrañas durante la práctica de las artes marciales. Esta señora en cuestión, aparte de tener un tono de voz gangoso, unos cuantos tics en la cabeza y una tipo de expresividad corporal que en la calle comúnmente se denomina como "de estar pillada" fue incapaz de acabar una sola frase o de hablar más de tres minutos sin que se le trabase la lengua.

Todo esto contrasta con la actitud del "loco" en cuestión. Destilando dignidad, y admitiendo de entrada que estaba enfermo y que se metía más pastillas que en el Pont Aeri a las cuatro de la mañana, nos contó su historia; esta incluía la visión de una especie de marciano o entidad que se comunicaba telepáticamente con él mediante ondas de sonido, animándole a emprender proyectos relacionados con la mecánica y la informática. Casi nada. Esto, por supuesto, encaja en el diagnóstico de esquizofrenia del DSM-IV:

(…) Las personas que experimentan delirios pueden creer que son perseguidas, que tienen poderes o talentos especiales o que sus pensamientos o acciones están bajo el control de una fuerza externa. En ocasiones, los delirios tienen un carácter fantástico o extraño (ej.: ser capaz de controlar el tiempo o de mantener comunicación con seres de otro mundo)

(…)

en algunos casos, los pacientes creen que sus pensamientos están siendo difundidos o robados o controlados o inducidos por agentes externos (ej.: un extraño, un demonio). Estos fenómenos reciben el nombre de eco, difusión, inserción o robo del pensamiento.

Antes de continuar, dejadme que insista en lo profundo del tono de voz de este hombre, en su serenidad y en lo afable y sencillo de sus formas—el pobre se lamentaba de que hacía varios años que no se tomaba un triste cubata.

Sigamos con un par de cosas. La primera es que lo de enviar una voz a la cabeza de alguien de forma unipersonal es algo que de hecho existe en el mundo de la tecnología. El desarrollo lo ha llevado una empresa llamada Holosonics, y podéis encontrar sobre esto una entrada en el blog Fogonazos. La pregunta metafísica de turno sería la que sigue: si algo así se ha dado de forma artificial—probando por lo tanto que no viola ninguna ley física—, ¿qué impide que pueda producirse de forma natural? En otras palabras: ¿qué fue antes? ¿El pájaro o el avión?

Segundo, y más espinoso. Corto y pego un párrafo desde el blog Ausente, en el cual se cita al siempre grande Robert Anton Wilson:

Tesla constituye un caso especialmente interesante para nuestros propósitos. Muchos (incluido su principal biógrafo) le tuvieron por un ser sobrehumano, y sin embargo en los asuntos prácticos era tan ingenuo que los empresarios que le compraban los inventos siempre le estafaban. La principal meta que tuvo en la vida fue la de producir energía en cantidad y tan barata que todo el mundo pudiese vivir sin preocuparse; y se acercó tanto a esto que los consorcios que lo habían financiado le retiraron su apoyo por miedo a que destruyera los monopolios con los que se habían enriquecido. También fue uno de los dos hombres que han rechazado el Premio Nobel (el otro fue Jean-Paul Sartre).

El mayor descubrimiento de Tesla fue el mecanismo mediante el cual se puede generar y emplear la corriente alterna. La moderna revolución tecnológica debe más a los generadores de corriente alterna de Tesla que a las máquinas de corriente contínua de Edison. Esta iluminación le vino a Tesla en una serie de visiones cuasi-místicas durante la adolescencia. Los sucesos determinantes fueron:

1. Las visiones en sí. En muchas de las cuales Tesla entraba literalmente en trance y hablaba con entidades que ninguna otra persona veía.

2. Una serie de misteriosas enfermedades acaecidas entre las visiones. En algunas de ellas, Tesla se volvió hipersensible y todas las percepciones le resultaban dolorosas (los colores le deslumbraban, los ruidos eran demasiado fuertes, etc.). En varias ocasiones Tesla estuvo a punto de morir a causa de una disminución de la energía vital que los doctores no conseguirían explicar.

3. Despues de su última visión, en la que "vio" que todo el universo obedece la ley de las Octavas, Tesla se convirtió en una especie de vidente laico. Desarrolló un tipo de visión interna muy peculiar. Era capaz de visualizar con todo detalle cualquier máquina en la que estuviese pensando, con sus medidas y dimensiones precisas, como si estuviese midiendo una máquina de verdad con instrumentos de verdad. Patentó decenas de estos dispositivos y antes de los 30 años ya era millonario."

—extraído de El Martillo Cósmico

Así que claro, imagináos lo enorme del sentimiento irónico de vuestro colega el Sr.Psicoplasma—quien ya había leído El Martillo Cósmico—al hallarse ubicado en esa sala iluminada con luz eléctrica, micrófonos eléctricos y equipada con un proyector eléctrico, con toda esa gente llevando teléfonos móviles en el bolsillo y pensando "qué zumbado está el de los cubatas". Recordemos que Robert Anton Wilson escribió su libro a raíz de una experiencia similar: escuchar voces extraterrestres según parece provenientes del Sistema Solar Sirio—lo cual ni para Wilson ni para el Sr.Psicoplasma significa que realmente le hablaran extraterrestres de Sirio.

Un ojete maravilloso
Prácticamente

Chitauri

Continuación del comment anterior:

todo quisqui ha visto la película "Una Mente Maravillosa", que relata la vida del matemático John Nash. Bien: la realidad supera con creces a la ficción. En este artículo de aquí, se habla de las omisiones de la historia de Nash basándose en la biografía escrita por su mujer. Nash tuvo muchas relaciones homosexuales, tuvo un hijo que en el film aparece cuerdo pero que en realidad acabó más zumbado que él, y al parecer le dieron patada del escenario de recogida de premios del Nobel sin pronunciar el lacrimógeno discurso sobre "las ecuaciones del amor". Sin embargo, la parte que más nos interesa de aquí, es la que sigue:

La película retrata a Nash imaginándose a sí mismo descifrando códigos rusos y y siendo un heróico agente secreto que trabaja para el gobierno. Pero el libro muestra que sus ilusiones estaban dominadas más frecuentemente por mensajes de extraterrestres encriptados en los periódicos, o por aliens que "reclutaron" a Nash desde el espacio exterior para salvar al mundo.

De nuevo por aquí: Terence McKenna
Terence McKenna es alguien quien básicamente también formó toda su filosofía a partir de que una voz empezase a hablarle dentro de su cabeza. Pero no fue el único. En este extracto de una de sus charlas, habla de otro filósofo famoso con experiencias similares:

Parece como si el desarrollo de las artes, hubiese sido creada a partir de la impronta de voces invisibles. Quiero decir, Sócrates, que puede considerarse una figura central del frío pensamiento de la cultura Occidental, tenía de hecho un daimon: una voz que le hablaba y que le servía como "detector de mierda", que le explicaba la diferencia entre el pensamiento filosófico profundo y la mierda de vaca.

Como ya sabréis por la paliza que he pegado aquí con este tipo, McKenna habla de una integración de la consciencia chamánica en nuestro pensamiento. Rápidamente, y para los despistados, he aquí un resumen de lo que es un chamán:

Chamán, del idioma tungu, de Siberia, xaman o schaman, y éste del verbo scha, saber, es un individuo al que se le atribuye la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva de ésta, de manera que no responden a una lógica causal. Esto se puede expresar finalmente, por ejemplo, en la facultad de curar, de comunicarse con los espíritus y de presentar habilidades visionarias y adivinatorias. Siendo el término usado para indicar a este tipo de persona presente principalmente en las sociedades cazadoras y recolectoras de Asia, África, América y Oceanía, y también en culturas prehistóricas de Europa. En algunas culturas igualmente se cree también que el chamán puede indicar en qué lugar se encuenta la caza e incluso alterar los factores climáticos.

De nuevo, tampoco caeremos en el error de identificar a todos los esquizofrénicos como chamanes. De hecho en esas sociedades existen categorías muy sofisticadas sobre el estado de la salud mental de sus miembros. El chamán suele ser alguien que ha regresado desde la locura y que por lo tanto puede guiar al enfermo mental en su recuperación. No es casual que en nuestra propia cultura se suela considerar que los buenos especialistas en salud mental deben también estar un poco locos.

Otra Batallita
Si alguien acaba interesándose por el chamanismo, tarde o temprano deberá leer sobre plantas sagradas o alucinógenos, y además superar el tabú psicológico que arroja nuestra cultura sobre estas substancias. Ilustraré dicho tabú con la siguiente batallita en la que el Sr.Psicoplasma intercambió unas breves palabras Jose Antonio Marina, un señor que es filósofo. Durante un congreso sobre drogas olvidable, el Sr.Psicoplasma asaltó al susodicho sujeto y le hizo un par de preguntas:

La primera fue que qué pensaba de toda esta corriente de gente que se planteaba el origen de la filosofía clásica enlazado con la ingesta de sustancias psiquedélicas en ritos sagrados como los Misterios de Eleusis. La respuesta fue categórica: "Eso es una imbecilidad".

La segunda fue que qué opinaba del resurgimiento del interés por lo esotérico como fuente de conocimiento. De inmediato, se puso a hablar de imprecisiones históricas en el Código da Vinci—que como todo el mundo sabe es uno de los textos canónicos de la hermenéutica.

La tercera fue que si había consumido alguna vez alguna sustancia psiquedélica y como le había afectado. La respuesta fue que no, basándose en "la baja calidad estética de la literatura beatnik". Toma castaña. Eso viene a ser como decir que no te gusta el sexo debido a la baja calidad estética de las películas porno de los 70.

En la bibliografía del Sr. Marina se hallan títulos como como "El laberinto emocional" o "La inteligencia fracasada". ¿Es esta la actitud crítica e inquisitiva que debemos esperar de nuestros pensadores? Exactamente, y como oigo allá por el fondo: tócate los huevos, Marina.

Es más: Jose Antonio Marina está considerado como uno de nuestros filósofos más importantes. A nadie se le ocurre decir que es una persona mentalmente enferma. Entonces, ¿es esta la actitud que debemos esperar del denominado sector social cuerdo?

La Salud Mental
A continuación traduciré un par de extractos del trabajo de Celia Green, extraídos de Brainsturbator, blog que, como el astuto lector habrá observado, ha servido de inspiración para mondopsicotronico—por no decir que directamente he hecho una burda y asquerosa copia de él.

Hay algo extraño sobre la psicología humana.

Los seres humanos viven en un estado mental llamado "sano" en un pequeño planeta en el espacio. No están seguros de si este espacio es infinito o no (y, de todas formas, esto es impensable). Si piensas sobre el tiempo, encuentran inconcebible que éste tuviese un principio. Es también inconcebible que no tuviese un principio. Estos pensamientos, pero, no afectan al estado mental "sano", el cual es obviamente un fenómeno remarcable y que merece mayor reconocimiento.

La salud posee una constelación de características que a primera vista aparecen sin aparente relación. En esto se parece a otros síndromes psicológicos más ampliamente aceptados. Una persona con fijación anal, por ejemplo, seguramente será obsesiva, obstinada, mezquina, puntillosa y estará interesada en pequeños objetos brillantes. Una persona sana cree firmemente en lo inútil de pensar acerca de lo que no comprende, y está patológicamente interesada en otras personas. Estos dos síntomas, a primera vista independientes, están de hecho inextricablemente relacionados. De hecho son aspectos diferentes de la peculiar reacción a la realidad que llamamos la evasión humana.

~

La salud puede ser descrita como la consciente negación de la realidad. De esta forma, los hechos de la situación (aparte de unos cuantos que son juzgados como inofensivos) no tienen impacto emocional sobre una mente sana.

Por ejemplo, es una característica notable de nuestra posición el estar en un estado de total incertidumbre. Posiblemente el universo comenzase con un "big bang" hace unos cuantos eones, o quizá incluso algo más increíble sucedió. Por otra parte, no conocemos ninguna razón por la cual todo deje de existir de repente. Me doy cuenta que a mis lectores sanos debe parecerles que estoy haciendo un punto académico vacío y sin sentido. Esto es precisamente lo que es tan remarcable sobre la salud.

La persona sana se enorgullece de su habilidad por no verse afectado por hechos importantes, e interesado en otros intrascendentes. Se refiere a esto como tener un sentido de la prespectiva, de mantener las cosas "en su sitio".

Consideremos la brillante expresión "salud mental". Es, por supuesto, un eufemismo social del mismo género que "exterminador" u "oficial limpiador". Salva a la gente sana de la vergüenza de decir que sus confinados y extraordinarios semejantes no están "locos", sino "mentalmente enfermos" o "mentalmente inestables". Esto implica que la mente humana crece naturalmente y por necesidad biológica hacia la imagen y semejanza de la Evasión Humana, así como el cuerpo humano crece hasta una cierta y específica forma. Implica que cualquier desviación de la Evasión Humana es la misma clase de cosa que un tumor o un callo en el pie. Santifica la norma estadística.

~

La sociedad empieza a aparecer mucho menos razonable cuando uno se da cuenta de su función verdadera: mantener a todo el mundo con sus mentes fuera de la realidad. Esto se sigue automáticamente del hecho de que es una asociación de gente sana, y ya ha sido mostrado que la salud emerge de la contínua inserción de "otra gente" en cualquier espacio en el que un problema metafísico pueda introducirse.

Es, por lo tanto, bastante irrelevante el criticar a la sociedad como si realmente tuviese otro propósito que el de mantener a todo el mundo vivo y bien alimentado de una forma eficiente. Algún grado de ineficiencia es esencial para crear oportunidades interesantes para la reacción emocional. (Por supuesto, criticar a la sociedad, aunque irrelevante, es innegablemente un valor como distracción emocional para la gente sana).

Por cierto, debe notarse que "mantener a todo el mundo vivo y bien alimentado" es la meta social que la mente sana puede aceptar sin reservas o incomodidades. Esto se debe a que todo el mundo es capaz de comer—también animales y plantas—y esto es, pues, calificado magnificentemente como una parte "real" de la "vida real". Hay otras razones, por supuesto, como el hecho de que la gente bien alimentada no suele volverse decidida, resuelto o interesada en la metafísica.

A lo que añadiría que un sistema social que tiene tan definido el concepto de salud mental puede permitir a su vez que exista tanta hambre en el mundo—lo cual de por sí es bastante insano.

Más (A)Normalidad
La verdad es que esto me ha quedado muchísimo más largo de lo que esperaba. Para los valientes/masoquistas que hayan llegado hasta aquí, enchufaré otra cita, esta vez de Norman O. Brown:

No es la esquizofrenia sino la normalidad la que tiene la mente dividida; en l

Chitauri

Continuación:

la que tiene la mente dividida; en la esquizofrenia, las falsas barreras se desintegran. Los esquizofrénicos sufren de un pensamiento que es "adualista"; la falta de barreras del ego hace imposible establecer límites al proceso de identificación con el entorno. El mundo del esquizofrénico es uno de participación mística; una "indescriptible extensión del sentimiento interno"; "increíbles sentimientos de referencia"; influencias psicosomáticas ocultas y poderes; corrientes de electricidad o atracción sexual—acción a distancia …

Dionisio, el dios de la locura, rompe con los límites; libera a los prisioneros; elimina la represión; elimina las individuaciones y las sustituye por la unidad del hombre y la unidad del hombre con la naturaleza. En esta era de esquizofrenia, con el átomo, el yo [self] individual y con la desintegración de los límites, hay, para aquellos que intentan salvar nuestras almas, los psicólogos del ego, "el problema de la identidad". Pero la ruptura debe convertirse en un avance: como dijo Conrad, en el elemento destructivo inmerso. El alma que llamamos nuestro alma no es real: la solución al problema de la identidad es: piérdete. O, como se dice en el Nuevo Testamento: "Aquel que encuentre su propia psique la perderá, y aquel que pierda su psique por mí la encontrará".

Pensando en esto último, por cierto, me viene a la cabeza la greguería aquella de Ramón Gómez de la Serna que venía a decir que "no podemos conocernos a nosotros mismos, porque detrás de nosotros mismos estamos nosotros mismos". Menudo cachondo mental, el de la Serna.

¿Conclusión?
Insistiré una vez más: sin posicionar directamente al esquizofrénico como un místico, un genio o lo que sea, ¿debe nuestra cultura integrar a su concepto de mente los datos que llegan desde otros sitios ajenos a la normalidad?

La idea es que sí, aunque el problema es que desgraciadamente en nuestro país todas estas aproximaciones se hallan, a nivel popular, inscritas dentro del movimiento de la puta Nueva Era™, que a cualquier persona normal le echa para atrás. Lo cual hace que sea difícil obtener feed-back sobre estos temas en nuestro país.

Para los interesados, el libro de psicología más completo que he leído desde una prespectiva "energética", "oriental" o si nos ponemos cazurros "espiritual" es "Más allá de la dualidad", editado por la Liebre de Marzo. Excelente lectura también son "La Mente Holotrópica" y "En Busca del Ser" de Stanislav Grof.

tiopio

Que se lo pregunten a Santa Juana de Arco.

D

Según la teoría del Big Bang, antes del Big Bang no había esquizofrenia en el universo conocido.

MajikkuCogitavi

Bastante revelador el artículo y pretende derribar ciertas hipótesis de gente que no tiene ni pajolera idea de lo que habla. Pura especulación subjetiva y muchaspajas mentales como se hace #1 que se hacen también los que formulan supuestas teorías de esta mal llamada enfermedad de la que tantos prejuicios tiene la sociedad. Hay que vivirlo para saber de que va el asunto. Llamadnos locos, si queréis, a estas alturas nos la trae floja. Saludos y tratad el tema con seriedad, que se la merece. Aunque sois libres de hacer humor, aunque yo lo veo bien si se hace desde el respeto y no para faltar.

D

#3 Pues creo que ahora mismo tú estás faltando el respeto a la libertad de expresión, o sea, "castigando" con tu voto negativo la opinión de otra persona.

D

Pues claro que no, imagino que le daban un palo y fuera.