Realidad y juego no siguen reglas tan distintas. Vivimos jugando al juego de ganar puntos, de una u otra forma. Sueldos, estatus laboral, poder, son algunos de los premios que recibimos por ganar o participar. Lo que nos proporcionan los juegos online de hoy son realidades mejoradas (mantenemos nuestros contactos en redes sociales, por ejemplo).