Hace 10 años | Por --380362-- a swissinfo.ch
Publicado hace 10 años por --380362-- a swissinfo.ch

Un banquero estimulado a beber por un agente del servicio secreto de EE.UU., que lo anima luego a volver a casa en auto. En el trayecto, un control de policía. Difícil en ese momento para el banquero rechazar la ayuda del nuevo “amigo”. Un regalo envenenado. La CIA lo fuerza de esa manera a transmitir información bancaria confidencial. ¿El escenario? Ginebra.

Comentarios

D

Pues si yo no puedo contactar con alguna tía buena lo reemplazo con la paja. A falta de carne bien sabe un caldo.

D

#1 Tooootalmente de acuerdo. Si no hay "jacas ni champán", pues "pajuelas y gasiosa", Y por otra parte cabe destacar que gallina vieja hace "güen cardo".

DonBigote

Joder, y dicen que los teleoperadores son unos miserables!!!

DonBigote

A raíz de esas revelaciones, el Ministerio de Exteriores helvético solicitó aclaraciones a la embajada de EE.UU. en Berna.
--A ver, aclárame, que ha pasao?
--Na, aquí, espiando
--Pos vaya plan