El demoledor "¡Es la economía, estúpidos!" con que Bill Clinton tumbó en la lona electoral a George Bush padre en los años noventa experimenta un revival político al abrigo de la recesión económica mundial y, sin embargo, a pesar de las apariencias, está más caduco que nunca. No es la economía. ¡Es la educación, estúpidos! Hoy, más que nunca, la vigencia corresponde a las tres prioridades con las que Tony Blair lideró la entrada de Inglaterra en el siglo XXI: educación, educación y educación.
|
etiquetas: educación , pp , psoe