El radio es extremadamente radiactivo, un millón de veces más que el uranio. Y, sin embargo, hubo una época, a principios del siglo XX, en que el radio se puso de moda, hasta el punto de que se usaba radio para todo. Por ejemplo, las sales de radio se promocionaron como una cura para todo, desde la ceguera hasta la depresión. Hasta el punto de que se creó el Radium Palace Hotel: un balneario… radioactivo. Empezó a añadirse radio al agua mineral, los dentífricos, las cremas cosméticas y hasta el chocolate.
Comentarios
O sea como ahora el grafeno
#1 No menciones mucho el grafeno, que te sube el comentario a portada.
Los diarios de Marie Curie todavía no se pueden tocar de lo contaminados que están. En serio.
Xataka la caga totalmente al mezclar aguas radiactivas naturales, como las del Radium hotel, y porquerías mezcladas con radio de forma artificial.
No es lo mismo, no, no lo es, cazurros. Documentaos un poco, leñe.