#17:
Traducción manual, sin traductores automáticos (ya os vale a los de arriba):
Ada Colau estaba sentada en una cafetería y otro cliente, cuando iba a marcharse, la reconoció y se acercó a su mesa.
Se inclinó para darle un recado rápido: «No abandones lo que estás haciendo», susurró. «Jamás abandones».
La sra. Colau, con sus manos en su taza, miró hacia arriba y sonrió, pero el hombre de mediana edad seguía su camino.
Hace unos años, la sra. Colau era un español más. Pero en estos días, su trabajo defendiendo a propietarios de viviendas que han sucumbido por sus hipotecas ha hecho su nombre familiar, y a menudo desconocidos la detienen por la calle para animarla.
«Es agradable», dice algo azorada. «Es bonito que la gente te asocie con esos valores».
Para muchos cargos oficiales, la sra. Colau es estridente, un personaje difícil que ha tenido el valor de llamar a un representante de la Asociación de Banca Española «un criminal» durante una intervención parlamenteria este año y que ha animado a los manifestantes a haces escraches a los altos cargos.
Pero, para miles de españoles asustados que pasan una mala racha y no pueden hacer frente a los pagos de sus viviendas, la sra. Colau es casi un ángel. Su grupo, la Plataforma de Afertacos por la Hipoteca (PAH), ha organizado sentada tras sentada y ha impedido cientos de desahucios, obligando cambios en las duras leyes hipotecarias españolas.
Tras su intervención parlamenteria, los seguidores en Twitter de la sra. Colau llegaron a 100 000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en encuestas de popularidad como alguien a quien los españoles querrían votar como alternativa a los políticos actuales.
Ella dice que siente que la marea está cambiando. Los bancos ya son más reticentes a desahuciar y se han mostrado dispuestos a negociar y, a veces, a aceptar la dación en pago.
Ese tipo de acuerdo es por lo que la sra. Colau está luchando. Ahora mismo, bajo la ley española, los morosos son personalmente responsables del total del préstamo. Tras los intereses de recargo y decenas de miles de euros en tasas judiciales, los ex dueños de viviendas pueden verse sin ellas y debiendo más que lo que les prestaron una vez que los procesos de ejecución hipotecaria acaban.
La bancarrota tampoco es la solución. La deuda hipotecaria está excluida del procedimiento de bancarrota. Es una deuda de la que la gente no puede escapar nunca.
«No hemos cambiado la ley todavía», dice la sra. Colau. «Pero hay un proceso. Ahora los bancos hablan con la gente, antes no lo hacían».
La fama reciente de la sra. Colau no parece haberle afectado. Discutir con políticos en televisión puede parecer brusca y vehemente. Pero contestando preguntas no hace mucho parece maternal y de risa fácil. Viste un abultado y gastado jersey con las mangas estiradas. Alrededor de su cuello una bufanda tejida a mano, un regalo de una anciana que se le acercó una noche después de que hablase en una asamblea vecinal.
Se ríe del alboroto por su intervención en el Parlamento, dice que la palabra «ciminal» fue completamente espontánea. «No tenía ni idea de que iba a comparecer antes que yo y que diría lo que dijo», dice. «Simplemente me salío. De verdad no lo planeé».
La sra. Colau, 39 años, ha sido activista desde que estudiaba Filosofía. Trabajando por una causa u otra (contra la Guerra, contra la Globalización, por las viviendas para los pobres), a menudo le cuesta llegar a fin de mes. Vivió como okupa una temporada y ha tenido más de veinte trabajos temporales, dice. «A veces sobrevivía precariamente», dice. «A veces, simplemente nos las arreglábamos».
Tiene un hijo de dos años con su pareja, Adria Alemany, un economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
«Nada de cenas románticas ni películas», dice encogiéndose de hombros. «El activismo ha sido nuestra vida».
La sra. Colau es una de los primeros organizadores de la PAH, que se fundó hace cuatro años, cuando la crisis económica en España comenzó a hacer mella y miles de nuevos desempleados empezaron a no poder pagar sus hipotecas. La sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH, que ahora tiene más de doscientas sedes por toda España, era obvia.
«La gente acudía a nosotros y no les salían las palabras», dice. «No sabían ni explicar qué les había ocurrido. Pensaban que nada bueno les ocurriría nunca más».
A pesar del reconocimiento de la sra. Colau, las oficinas de la PAH no parecen las de una organización no lucrativa emergente. El mobiliario es escaso: algunos archivadores metálicos, unos cuantos pósteres en las pareces. Excepto cuatro personas quienes, como ella, reciben un salario de otras organizaciones no lucrativas, los demás son voluntarios.
Esta tarde, como muchas otras, la sra. Colau estaba en la cafetería porque su oficina había sido ocupada por una reunión de familias deseosas de compartir consejos para tratar con los banqueros que quieren desahuciarlas.
Estas reuniones, dice la sra. Colau, son lo mejor de lo que hace la PAH. «La gente recibe apoyo e información», dice. «Les da esperanza renovada. Les da fuerzas».
«Cada semana lloras tras estas reuniones con los propietarios, pero no solo por su dolor. Hay alegría, también, porque todas las semanas hay problemas que se resuelven. Es hermoso.»
No todo ha sido sencillo. Tras una oleada de suicidios relacionados con desahucios, el grupo recolectó 1,4 millones de firmas para obligar al gobierno a tener en cuenta cambios en las leyes hipotecarias y llevó sus protestas a casa de los políticos. Ello llevó a algunos miembros del partido del presidente Mariano Rajoy a atacarla, llamando a la PAH «nazis» y «simpatizantes de los terroristas».
La sra. Colau rechazó las acusaciones, pero se preocupó. «¿Que te llamen terrorista? Eso asusta».
Preocupó a su madre también, dice. La sra. Colau creció en un barrio de clase media en Barcelona. Su madre vendía inmuebles, pero a menudo la llevó a protestas que le interesaban. Su padre ascendió en una agencia publicitaria donde empezó llevando cafés. Ambos están orgullosos de ella, dice, y acuden a sus eventos cuando pueden.
Hace tres meses, la sra. Colau aceptó el European Citizen's Prize para la PAH concedido por el Parlamento Europeo. El partido de Rajoy enseguida declaró el premio escandaloso y pidió que se retirase.
Poco después, el gobierno preparó un borrador con nuevas y estrictas leyes contra manifestaciones públicas, leyes que muchos creen que están dirigidas contra sus iniciativas. Las leyes introducen abultadas multas para quienes participen en manifestaciones no autorizadas, publiquen imágenes de policías o interrumpan eventos públicos. Manifestarse cerca del Parlamento sin permiso, por ejemplo, podría suponer una multa de 600 000 euros.
La sra. Colau parece imperturbable. Replicó en Twitter convocando a sus seguidores para decidir un día de desobediencia general si la ley es aprobada. «O desobecemos», escribió, «o aceptamos la esclavitud».
#4:
Que falta nos hace gente como ella gobernando este pais
#5:
Lo de los negativos a cada noticia relacionada con cualquier esperanza de este país, es tristísimo.
BARCELONA , España - ADA COLAU estaba sentado en un café aquí en una noche reciente, cuando otro cliente , en dirección a la puerta, la reconoció y se desvió hacia su mesa.
Se inclinó para hablar un momento .
" ¿No lo deje lo que está haciendo", le susurró al oído. " ¿No te has parado . "
Sra. Colau , las manos en la taza de té , miró hacia arriba y sonrió. Pero el hombre de mediana edad que seguía moviéndose .
Hace unos años , la señora Colau era un desconocido en España . Pero en estos días , su trabajo en defensa de los propietarios de viviendas que se han atrasado en sus hipotecas la han convertido en un nombre familiar, y que a menudo se detiene en la calle por desconocidos que ofrecen aliento.
"Es bueno ", dice ella , un poco avergonzado. "Es bueno que la gente me asocian con estos valores. "
Para muchos funcionarios del gobierno , la Sra. Colau es un personaje estridente , difícil que tuvo el descaro de llamar a un representante de la Asociación Española de Banca " un criminal ", durante una audiencia parlamentaria de este año y alentó a los manifestantes para avergonzar a los funcionarios por arengar a ellos fuera de sus hogares .
Pero para miles de españoles asustados que han caído en tiempos difíciles y no pueden mantenerse al día con sus pagos de la casa , la señora Colau es algo así como un ángel. Su grupo , la Plataforma de Afectados por las Hipotecas , conocido como el PAH , ha organizado sit-in después de plantón , el bloqueo de cientos de desalojos y presionando por cambios en las leyes de la hipoteca de la línea dura de España .
Después de la audiencia parlamentaria , la Sra. Colau Twitter siguiente aumentó a 100.000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en las encuestas de popularidad como alguien españoles les gustaría votar por una alternativa a los políticos actuales.
Dice que se siente la marea de inflexión . Ya, los bancos se han vuelto más reacios a desalojar y han mostrado su voluntad de negociar y , a veces , a aceptar las llaves de la propiedad como pago de los procedimientos de ejecución hipotecaria .
Ese tipo de acuerdo es lo que la Sra. Colau está presionando para . En este momento en la legislación española , los morosos son personalmente responsables por el monto total del préstamo. Después de los cargos por intereses punitorios y decenas de miles de dólares en honorarios de la corte , los ex propietarios de viviendas pueden quedar sin sus casas y debiendo más de lo que originalmente prestado cuando hayan terminado el procedimiento de exclusión .
La bancarrota no es la respuesta , tampoco. La deuda hipotecaria se excluye específicamente en esos procedimientos aquí. Es una deuda que las personas nunca pueden escapar.
"No hemos cambiado la ley todavía", dijo la Sra. Colau . " Pero no hay progreso. Los bancos están hablando con la gente ahora , y no antes. "
MS . Reciente fama de COLAU no parece haber tocado. Discutir con los políticos en la televisión, que puede sonar duro filo y luchadora . Pero respondiendo a las preguntas en una tarde reciente parece maternal y se ríe con facilidad. Ella lleva un suéter desgastado voluminosos , tendido en las mangas . Alrededor de su cuello es una bufanda de punto a mano , un regalo de una anciana que se le acercó después de que ella habló en una reunión de vecinos de una noche .
Ella se ríe del escándalo sobre su testimonio parlamentario , diciendo que el uso de la palabra "criminal" fue totalmente espontánea . " No tenía idea de que iba a testificar ante mí y él me decía todas esas cosas", dijo. " Se me acaba de ocurrir . Realmente no lo planeé . "
Sra. Colau , de 39 años, ha sido un activista desde que era un estudiante que estudia filosofía . Trabajar por una u otra causa ( contra la guerra , contra la globalización , a favor de la vivienda para los pobres) que ha menudo extremos apenas hechas cumplir . Ella vivió como okupa por un tiempo, y ha tenido más de 20 trabajos ocasionales , dijo. "Sobreviví precariamente a veces, " dijo ella. "De alguna manera , acabamos siempre nos dieron por . "
Ella ahora tiene un hijo de 2 años de edad, con su pareja, Adria Alemany , economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
" No hay cenas románticas, ni películas , " dijo con un encogimiento de hombros. " El activismo ha sido nuestra vida. "
Sra. Colau fue uno de los primeros organizadores de la PAH , que fue fundada hace apenas cuatro años, ya que la crisis económica de España comenzó a tomar su peaje y miles de españoles nuevos desempleados comenzó a atrasarse en sus pagos de hipoteca . Sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH , que ahora cuenta con 200 centros en toda España , fue inmediatamente evidente.
" La gente vino a nosotros y que ni siquiera podía hablar", dijo. "Ellos ni siquiera podían explicar lo que les había sucedido . Ellos pensaban que nada bueno iba a suceder a ellos de nuevo " .
Traducción manual, sin traductores automáticos (ya os vale a los de arriba):
Ada Colau estaba sentada en una cafetería y otro cliente, cuando iba a marcharse, la reconoció y se acercó a su mesa.
Se inclinó para darle un recado rápido: «No abandones lo que estás haciendo», susurró. «Jamás abandones».
La sra. Colau, con sus manos en su taza, miró hacia arriba y sonrió, pero el hombre de mediana edad seguía su camino.
Hace unos años, la sra. Colau era un español más. Pero en estos días, su trabajo defendiendo a propietarios de viviendas que han sucumbido por sus hipotecas ha hecho su nombre familiar, y a menudo desconocidos la detienen por la calle para animarla.
«Es agradable», dice algo azorada. «Es bonito que la gente te asocie con esos valores».
Para muchos cargos oficiales, la sra. Colau es estridente, un personaje difícil que ha tenido el valor de llamar a un representante de la Asociación de Banca Española «un criminal» durante una intervención parlamenteria este año y que ha animado a los manifestantes a haces escraches a los altos cargos.
Pero, para miles de españoles asustados que pasan una mala racha y no pueden hacer frente a los pagos de sus viviendas, la sra. Colau es casi un ángel. Su grupo, la Plataforma de Afertacos por la Hipoteca (PAH), ha organizado sentada tras sentada y ha impedido cientos de desahucios, obligando cambios en las duras leyes hipotecarias españolas.
Tras su intervención parlamenteria, los seguidores en Twitter de la sra. Colau llegaron a 100 000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en encuestas de popularidad como alguien a quien los españoles querrían votar como alternativa a los políticos actuales.
Ella dice que siente que la marea está cambiando. Los bancos ya son más reticentes a desahuciar y se han mostrado dispuestos a negociar y, a veces, a aceptar la dación en pago.
Ese tipo de acuerdo es por lo que la sra. Colau está luchando. Ahora mismo, bajo la ley española, los morosos son personalmente responsables del total del préstamo. Tras los intereses de recargo y decenas de miles de euros en tasas judiciales, los ex dueños de viviendas pueden verse sin ellas y debiendo más que lo que les prestaron una vez que los procesos de ejecución hipotecaria acaban.
La bancarrota tampoco es la solución. La deuda hipotecaria está excluida del procedimiento de bancarrota. Es una deuda de la que la gente no puede escapar nunca.
«No hemos cambiado la ley todavía», dice la sra. Colau. «Pero hay un proceso. Ahora los bancos hablan con la gente, antes no lo hacían».
La fama reciente de la sra. Colau no parece haberle afectado. Discutir con políticos en televisión puede parecer brusca y vehemente. Pero contestando preguntas no hace mucho parece maternal y de risa fácil. Viste un abultado y gastado jersey con las mangas estiradas. Alrededor de su cuello una bufanda tejida a mano, un regalo de una anciana que se le acercó una noche después de que hablase en una asamblea vecinal.
Se ríe del alboroto por su intervención en el Parlamento, dice que la palabra «ciminal» fue completamente espontánea. «No tenía ni idea de que iba a comparecer antes que yo y que diría lo que dijo», dice. «Simplemente me salío. De verdad no lo planeé».
La sra. Colau, 39 años, ha sido activista desde que estudiaba Filosofía. Trabajando por una causa u otra (contra la Guerra, contra la Globalización, por las viviendas para los pobres), a menudo le cuesta llegar a fin de mes. Vivió como okupa una temporada y ha tenido más de veinte trabajos temporales, dice. «A veces sobrevivía precariamente», dice. «A veces, simplemente nos las arreglábamos».
Tiene un hijo de dos años con su pareja, Adria Alemany, un economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
«Nada de cenas románticas ni películas», dice encogiéndose de hombros. «El activismo ha sido nuestra vida».
La sra. Colau es una de los primeros organizadores de la PAH, que se fundó hace cuatro años, cuando la crisis económica en España comenzó a hacer mella y miles de nuevos desempleados empezaron a no poder pagar sus hipotecas. La sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH, que ahora tiene más de doscientas sedes por toda España, era obvia.
«La gente acudía a nosotros y no les salían las palabras», dice. «No sabían ni explicar qué les había ocurrido. Pensaban que nada bueno les ocurriría nunca más».
A pesar del reconocimiento de la sra. Colau, las oficinas de la PAH no parecen las de una organización no lucrativa emergente. El mobiliario es escaso: algunos archivadores metálicos, unos cuantos pósteres en las pareces. Excepto cuatro personas quienes, como ella, reciben un salario de otras organizaciones no lucrativas, los demás son voluntarios.
Esta tarde, como muchas otras, la sra. Colau estaba en la cafetería porque su oficina había sido ocupada por una reunión de familias deseosas de compartir consejos para tratar con los banqueros que quieren desahuciarlas.
Estas reuniones, dice la sra. Colau, son lo mejor de lo que hace la PAH. «La gente recibe apoyo e información», dice. «Les da esperanza renovada. Les da fuerzas».
«Cada semana lloras tras estas reuniones con los propietarios, pero no solo por su dolor. Hay alegría, también, porque todas las semanas hay problemas que se resuelven. Es hermoso.»
No todo ha sido sencillo. Tras una oleada de suicidios relacionados con desahucios, el grupo recolectó 1,4 millones de firmas para obligar al gobierno a tener en cuenta cambios en las leyes hipotecarias y llevó sus protestas a casa de los políticos. Ello llevó a algunos miembros del partido del presidente Mariano Rajoy a atacarla, llamando a la PAH «nazis» y «simpatizantes de los terroristas».
La sra. Colau rechazó las acusaciones, pero se preocupó. «¿Que te llamen terrorista? Eso asusta».
Preocupó a su madre también, dice. La sra. Colau creció en un barrio de clase media en Barcelona. Su madre vendía inmuebles, pero a menudo la llevó a protestas que le interesaban. Su padre ascendió en una agencia publicitaria donde empezó llevando cafés. Ambos están orgullosos de ella, dice, y acuden a sus eventos cuando pueden.
Hace tres meses, la sra. Colau aceptó el European Citizen's Prize para la PAH concedido por el Parlamento Europeo. El partido de Rajoy enseguida declaró el premio escandaloso y pidió que se retirase.
Poco después, el gobierno preparó un borrador con nuevas y estrictas leyes contra manifestaciones públicas, leyes que muchos creen que están dirigidas contra sus iniciativas. Las leyes introducen abultadas multas para quienes participen en manifestaciones no autorizadas, publiquen imágenes de policías o interrumpan eventos públicos. Manifestarse cerca del Parlamento sin permiso, por ejemplo, podría suponer una multa de 600 000 euros.
La sra. Colau parece imperturbable. Replicó en Twitter convocando a sus seguidores para decidir un día de desobediencia general si la ley es aprobada. «O desobecemos», escribió, «o aceptamos la esclavitud».
#17 Ya te vale a ti, no es por vagancia es porque mis conocimientos de inglés no dan para mas, desafortunadamente.
Pero tampoco entiendo tu agresiva entrada, con esa excelente traducción te podías haber ahorrado el disparar, es pura educación (no confundir con estudios), cortesía y autoestima, que deduzco no te sobra.
No tengo costumbre de devolver negativos, pero mira, se acerca la Navidad y me encuentro de buen humor.
BARCELONA , España - ADA COLAU estaba sentado en un café aquí en una noche reciente, cuando otro cliente , en dirección a la puerta, la reconoció y se desvió hacia su mesa.
Se inclinó para hablar un momento .
" ¿No lo deje lo que está haciendo", le susurró al oído. " ¿No te has parado . "
Sra. Colau , las manos en la taza de té , miró hacia arriba y sonrió. Pero el hombre de mediana edad que seguía moviéndose .
Hace unos años , la señora Colau era un desconocido en España . Pero en estos días , su trabajo en defensa de los propietarios de viviendas que se han atrasado en sus hipotecas la han convertido en un nombre familiar, y que a menudo se detiene en la calle por desconocidos que ofrecen aliento.
"Es bueno ", dice ella , un poco avergonzado. "Es bueno que la gente me asocian con estos valores. "
Para muchos funcionarios del gobierno , la Sra. Colau es un personaje estridente , difícil que tuvo el descaro de llamar a un representante de la Asociación Española de Banca " un criminal ", durante una audiencia parlamentaria de este año y alentó a los manifestantes para avergonzar a los funcionarios por arengar a ellos fuera de sus hogares .
Pero para miles de españoles asustados que han caído en tiempos difíciles y no pueden mantenerse al día con sus pagos de la casa , la señora Colau es algo así como un ángel. Su grupo , la Plataforma de Afectados por las Hipotecas , conocido como el PAH , ha organizado sit-in después de plantón , el bloqueo de cientos de desalojos y presionando por cambios en las leyes de la hipoteca de la línea dura de España .
Después de la audiencia parlamentaria , la Sra. Colau Twitter siguiente aumentó a 100.000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en las encuestas de popularidad como alguien españoles les gustaría votar por una alternativa a los políticos actuales.
Dice que se siente la marea de inflexión . Ya, los bancos se han vuelto más reacios a desalojar y han mostrado su voluntad de negociar y , a veces , a aceptar las llaves de la propiedad como pago de los procedimientos de ejecución hipotecaria .
Ese tipo de acuerdo es lo que la Sra. Colau está presionando para . En este momento en la legislación española , los morosos son personalmente responsables por el monto total del préstamo. Después de los cargos por intereses punitorios y decenas de miles de dólares en honorarios de la corte , los ex propietarios de viviendas pueden quedar sin sus casas y debiendo más de lo que originalmente prestado cuando hayan terminado el procedimiento de exclusión .
La bancarrota no es la respuesta , tampoco. La deuda hipotecaria se excluye específicamente en esos procedimientos aquí. Es una deuda que las personas nunca pueden escapar.
"No hemos cambiado la ley todavía", dijo la Sra. Colau . " Pero no hay progreso. Los bancos están hablando con la gente ahora , y no antes. "
MS . Reciente fama de COLAU no parece haber tocado. Discutir con los políticos en la televisión, que puede sonar duro filo y luchadora . Pero respondiendo a las preguntas en una tarde reciente parece maternal y se ríe con facilidad. Ella lleva un suéter desgastado voluminosos , tendido en las mangas . Alrededor de su cuello es una bufanda de punto a mano , un regalo de una anciana que se le acercó después de que ella habló en una reunión de vecinos de una noche .
Ella se ríe del escándalo sobre su testimonio parlamentario , diciendo que el uso de la palabra "criminal" fue totalmente espontánea . " No tenía idea de que iba a testificar ante mí y él me decía todas esas cosas", dijo. " Se me acaba de ocurrir . Realmente no lo planeé . "
Sra. Colau , de 39 años, ha sido un activista desde que era un estudiante que estudia filosofía . Trabajar por una u otra causa ( contra la guerra , contra la globalización , a favor de la vivienda para los pobres) que ha menudo extremos apenas hechas cumplir . Ella vivió como okupa por un tiempo, y ha tenido más de 20 trabajos ocasionales , dijo. "Sobreviví precariamente a veces, " dijo ella. "De alguna manera , acabamos siempre nos dieron por . "
Ella ahora tiene un hijo de 2 años de edad, con su pareja, Adria Alemany , economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
" No hay cenas románticas, ni películas , " dijo con un encogimiento de hombros. " El activismo ha sido nuestra vida. "
Sra. Colau fue uno de los primeros organizadores de la PAH , que fue fundada hace apenas cuatro años, ya que la crisis económica de España comenzó a tomar su peaje y miles de españoles nuevos desempleados comenzó a atrasarse en sus pagos de hipoteca . Sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH , que ahora cuenta con 200 centros en toda España , fue inmediatamente evidente.
" La gente vino a nosotros y que ni siquiera podía hablar", dijo. "Ellos ni siquiera podían explicar lo que les había sucedido . Ellos pensaban que nada bueno iba a suceder a ellos de nuevo " .
Una vez mas... Manda cojones que sea mas facil enterarse de lo que pasa o de lo que se hace leyendo la prensa extranjera que la nacional, dice mucho de este pais y nada bueno.
El otro día la oí en la SER en una tertulia sobre la y francamente me quedé impresionado de cómo se explica y de la fuerza que desprenden sus palabras.
Que este país cuente con personas como ella, me llena de esperanza y me anima a mí a "ponerme las pilas".
Gracias Ada.
La segunda página por cortesía de Google translate:
A pesar de el reconocimiento del nombre de la señora Colau , las oficinas de la PAH apenas tienen la sensación de una sin fines de lucro para arriba- y-venir . Los muebles son mínimos : unos pocos estantes de metal , algunos carteles pegados en las paredes. Es una operación totalmente por voluntarios , a excepción de cuatro personas que , como ella , reciben salarios de otras organizaciones no lucrativas.
Pero en esta noche , como muchos otros , la Sra. Colau estaba en la cafetería porque su oficina había sido tomada por una reunión de familias deseosas de intercambiar consejos sobre cómo manejar a los banqueros que quieren desalojarlos .
Estas reuniones , la Sra. Colau dice , todavía son la mejor parte de lo que hace la PAH . " La gente recibe toda esta información y apoyo ", dijo. " Se les da esperanza de nuevo. Se les da el poder " .
" Cada semana llorar después de estas reuniones con los dueños de una casa , pero no solo con su dolor . Hay alegría , también, porque todas las semanas hay problemas que se resuelven . Es una cosa muy hermosa " .
No todo ha sido fácil . Después de una ola de suicidios relacionados con el desalojo , el grupo recolectó 1,4 millones de firmas para obligar al gobierno a considerar cambios en las leyes de la hipoteca y se llevó sus protestas a las casas de los políticos . Eso llevó a algunos miembros del partido del primer ministro Mariano Rajoy para empezar a atacar a ella, llamando a los HAP "nazis " y " simpatizantes de los terroristas . "
Sra. Colau desestimó las acusaciones, pero el episodio le preocupaba . " Ser llamado un terrorista? ", Dijo. " Esto es aterrador. "
Se preocupó a su madre , también, dijo. Sra. Colau se crió en un barrio de clase media en Barcelona. Su madre vendió bienes raíces, pero a menudo se la llevó a las protestas que se interese Su padre trabajó su camino hasta la escalera en una agencia de publicidad , comenzando conseguir café. Ambos están orgullosos de ella , dijo, y se van a sus protestas cada vez que pueden .
Hace tres meses , la señora Colau aceptó el Premio Ciudadana Europea para la PAH a propuesta por el Parlamento Europeo. Partido del Sr. Rajoy llamó rápidamente la adjudicación de un escándalo y pidió que sea removido .
Poco después , el gobierno redactó un conjunto de nuevas y estrictas leyes contra las protestas públicas , leyes que muchos creen que se dirige a sus iniciativas. Las leyes imponen multas elevadas para aquellos que toman parte en las protestas no autorizadas, publicar fotos de los agentes de policía o interrumpir actos públicos. Demostrando cerca del Parlamento sin permiso, por ejemplo, podría dibujar una multa de 600.000 euros , o alrededor de $ 820.000 .
Sra. Colau parece imperturbable. Ella respondió en Twitter, pidiendo a sus seguidores a organizar un día de desobediencia general si se aprueba la ley . "O desobedecemos ", escribió , "o aceptamos la esclavitud. "
--- La negrita del final es mía, porque sintetiza lo que nos viene encima, y desde luego Ada es un luchadora de ideas claras.
Lo único bueno de esta puta crisis es que han salido a la luz pública una serie de personas y asociaciones maravillosas. Buena gente, inteligente, trabajadora, con unos valores estupendos y una fuerza brutal. Un ejemplo para el resto de españoles dormidos y sin ganas ni fuerzas para hacer nada por mejorar las cosas comunes, que son las que de verdad vale la pena mejorar. ¡Bien por Ada!.
la señora Colau deberia presentarse a las elecciones, formando un partido politico o de la mano de Equo (que es quien mas creo se acerca a sus propuestas) y asi aprovecharia un minimo de inercia inicial
#15 No. Mrs Colau está haciendo como los partidos de la antigua Grecia, es decir, políticas temáticas. Más allá de la brillante actuación en su campo, no tienen más que hacer.
Comentarios
Que falta nos hace gente como ella gobernando este pais
#4 y los habra a montones, pero nuestra democracia no les deja asomarse. los tiene marginados sino "presos"
Traducción manual, sin traductores automáticos (ya os vale a los de arriba):
Ada Colau estaba sentada en una cafetería y otro cliente, cuando iba a marcharse, la reconoció y se acercó a su mesa.
Se inclinó para darle un recado rápido: «No abandones lo que estás haciendo», susurró. «Jamás abandones».
La sra. Colau, con sus manos en su taza, miró hacia arriba y sonrió, pero el hombre de mediana edad seguía su camino.
Hace unos años, la sra. Colau era un español más. Pero en estos días, su trabajo defendiendo a propietarios de viviendas que han sucumbido por sus hipotecas ha hecho su nombre familiar, y a menudo desconocidos la detienen por la calle para animarla.
«Es agradable», dice algo azorada. «Es bonito que la gente te asocie con esos valores».
Para muchos cargos oficiales, la sra. Colau es estridente, un personaje difícil que ha tenido el valor de llamar a un representante de la Asociación de Banca Española «un criminal» durante una intervención parlamenteria este año y que ha animado a los manifestantes a haces escraches a los altos cargos.
Pero, para miles de españoles asustados que pasan una mala racha y no pueden hacer frente a los pagos de sus viviendas, la sra. Colau es casi un ángel. Su grupo, la Plataforma de Afertacos por la Hipoteca (PAH), ha organizado sentada tras sentada y ha impedido cientos de desahucios, obligando cambios en las duras leyes hipotecarias españolas.
Tras su intervención parlamenteria, los seguidores en Twitter de la sra. Colau llegaron a 100 000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en encuestas de popularidad como alguien a quien los españoles querrían votar como alternativa a los políticos actuales.
Ella dice que siente que la marea está cambiando. Los bancos ya son más reticentes a desahuciar y se han mostrado dispuestos a negociar y, a veces, a aceptar la dación en pago.
Ese tipo de acuerdo es por lo que la sra. Colau está luchando. Ahora mismo, bajo la ley española, los morosos son personalmente responsables del total del préstamo. Tras los intereses de recargo y decenas de miles de euros en tasas judiciales, los ex dueños de viviendas pueden verse sin ellas y debiendo más que lo que les prestaron una vez que los procesos de ejecución hipotecaria acaban.
La bancarrota tampoco es la solución. La deuda hipotecaria está excluida del procedimiento de bancarrota. Es una deuda de la que la gente no puede escapar nunca.
«No hemos cambiado la ley todavía», dice la sra. Colau. «Pero hay un proceso. Ahora los bancos hablan con la gente, antes no lo hacían».
La fama reciente de la sra. Colau no parece haberle afectado. Discutir con políticos en televisión puede parecer brusca y vehemente. Pero contestando preguntas no hace mucho parece maternal y de risa fácil. Viste un abultado y gastado jersey con las mangas estiradas. Alrededor de su cuello una bufanda tejida a mano, un regalo de una anciana que se le acercó una noche después de que hablase en una asamblea vecinal.
Se ríe del alboroto por su intervención en el Parlamento, dice que la palabra «ciminal» fue completamente espontánea. «No tenía ni idea de que iba a comparecer antes que yo y que diría lo que dijo», dice. «Simplemente me salío. De verdad no lo planeé».
La sra. Colau, 39 años, ha sido activista desde que estudiaba Filosofía. Trabajando por una causa u otra (contra la Guerra, contra la Globalización, por las viviendas para los pobres), a menudo le cuesta llegar a fin de mes. Vivió como okupa una temporada y ha tenido más de veinte trabajos temporales, dice. «A veces sobrevivía precariamente», dice. «A veces, simplemente nos las arreglábamos».
Tiene un hijo de dos años con su pareja, Adria Alemany, un economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
«Nada de cenas románticas ni películas», dice encogiéndose de hombros. «El activismo ha sido nuestra vida».
La sra. Colau es una de los primeros organizadores de la PAH, que se fundó hace cuatro años, cuando la crisis económica en España comenzó a hacer mella y miles de nuevos desempleados empezaron a no poder pagar sus hipotecas. La sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH, que ahora tiene más de doscientas sedes por toda España, era obvia.
«La gente acudía a nosotros y no les salían las palabras», dice. «No sabían ni explicar qué les había ocurrido. Pensaban que nada bueno les ocurriría nunca más».
A pesar del reconocimiento de la sra. Colau, las oficinas de la PAH no parecen las de una organización no lucrativa emergente. El mobiliario es escaso: algunos archivadores metálicos, unos cuantos pósteres en las pareces. Excepto cuatro personas quienes, como ella, reciben un salario de otras organizaciones no lucrativas, los demás son voluntarios.
Esta tarde, como muchas otras, la sra. Colau estaba en la cafetería porque su oficina había sido ocupada por una reunión de familias deseosas de compartir consejos para tratar con los banqueros que quieren desahuciarlas.
Estas reuniones, dice la sra. Colau, son lo mejor de lo que hace la PAH. «La gente recibe apoyo e información», dice. «Les da esperanza renovada. Les da fuerzas».
«Cada semana lloras tras estas reuniones con los propietarios, pero no solo por su dolor. Hay alegría, también, porque todas las semanas hay problemas que se resuelven. Es hermoso.»
No todo ha sido sencillo. Tras una oleada de suicidios relacionados con desahucios, el grupo recolectó 1,4 millones de firmas para obligar al gobierno a tener en cuenta cambios en las leyes hipotecarias y llevó sus protestas a casa de los políticos. Ello llevó a algunos miembros del partido del presidente Mariano Rajoy a atacarla, llamando a la PAH «nazis» y «simpatizantes de los terroristas».
La sra. Colau rechazó las acusaciones, pero se preocupó. «¿Que te llamen terrorista? Eso asusta».
Preocupó a su madre también, dice. La sra. Colau creció en un barrio de clase media en Barcelona. Su madre vendía inmuebles, pero a menudo la llevó a protestas que le interesaban. Su padre ascendió en una agencia publicitaria donde empezó llevando cafés. Ambos están orgullosos de ella, dice, y acuden a sus eventos cuando pueden.
Hace tres meses, la sra. Colau aceptó el European Citizen's Prize para la PAH concedido por el Parlamento Europeo. El partido de Rajoy enseguida declaró el premio escandaloso y pidió que se retirase.
Poco después, el gobierno preparó un borrador con nuevas y estrictas leyes contra manifestaciones públicas, leyes que muchos creen que están dirigidas contra sus iniciativas. Las leyes introducen abultadas multas para quienes participen en manifestaciones no autorizadas, publiquen imágenes de policías o interrumpan eventos públicos. Manifestarse cerca del Parlamento sin permiso, por ejemplo, podría suponer una multa de 600 000 euros.
La sra. Colau parece imperturbable. Replicó en Twitter convocando a sus seguidores para decidir un día de desobediencia general si la ley es aprobada. «O desobecemos», escribió, «o aceptamos la esclavitud».
#17 Chapeau Efedoso. Gracias.
#17 Gracias.
#9 el negativo es para que tu traducción automática (que para eso mejor no ponerla) salga debajo de la que si es buena de #17
#17 Ya te vale a ti, no es por vagancia es porque mis conocimientos de inglés no dan para mas, desafortunadamente.
Pero tampoco entiendo tu agresiva entrada, con esa excelente traducción te podías haber ahorrado el disparar, es pura educación (no confundir con estudios), cortesía y autoestima, que deduzco no te sobra.
No tengo costumbre de devolver negativos, pero mira, se acerca la Navidad y me encuentro de buen humor.
Lo de los negativos a cada noticia relacionada con cualquier esperanza de este país, es tristísimo.
#5 Negativos: 3. Positivos: 545 de momento. Sí, es triste, pero somos mayoría.
#23 Está muy bien, pero cuando he hecho el comentario había 4 negativos y 20 meneos más o menos.
Traducción de la entrevista.
BARCELONA , España - ADA COLAU estaba sentado en un café aquí en una noche reciente, cuando otro cliente , en dirección a la puerta, la reconoció y se desvió hacia su mesa.
Se inclinó para hablar un momento .
" ¿No lo deje lo que está haciendo", le susurró al oído. " ¿No te has parado . "
Sra. Colau , las manos en la taza de té , miró hacia arriba y sonrió. Pero el hombre de mediana edad que seguía moviéndose .
Hace unos años , la señora Colau era un desconocido en España . Pero en estos días , su trabajo en defensa de los propietarios de viviendas que se han atrasado en sus hipotecas la han convertido en un nombre familiar, y que a menudo se detiene en la calle por desconocidos que ofrecen aliento.
"Es bueno ", dice ella , un poco avergonzado. "Es bueno que la gente me asocian con estos valores. "
Para muchos funcionarios del gobierno , la Sra. Colau es un personaje estridente , difícil que tuvo el descaro de llamar a un representante de la Asociación Española de Banca " un criminal ", durante una audiencia parlamentaria de este año y alentó a los manifestantes para avergonzar a los funcionarios por arengar a ellos fuera de sus hogares .
Pero para miles de españoles asustados que han caído en tiempos difíciles y no pueden mantenerse al día con sus pagos de la casa , la señora Colau es algo así como un ángel. Su grupo , la Plataforma de Afectados por las Hipotecas , conocido como el PAH , ha organizado sit-in después de plantón , el bloqueo de cientos de desalojos y presionando por cambios en las leyes de la hipoteca de la línea dura de España .
Después de la audiencia parlamentaria , la Sra. Colau Twitter siguiente aumentó a 100.000 desde 8000 y su nombre comenzó a aparecer en las encuestas de popularidad como alguien españoles les gustaría votar por una alternativa a los políticos actuales.
Dice que se siente la marea de inflexión . Ya, los bancos se han vuelto más reacios a desalojar y han mostrado su voluntad de negociar y , a veces , a aceptar las llaves de la propiedad como pago de los procedimientos de ejecución hipotecaria .
Ese tipo de acuerdo es lo que la Sra. Colau está presionando para . En este momento en la legislación española , los morosos son personalmente responsables por el monto total del préstamo. Después de los cargos por intereses punitorios y decenas de miles de dólares en honorarios de la corte , los ex propietarios de viviendas pueden quedar sin sus casas y debiendo más de lo que originalmente prestado cuando hayan terminado el procedimiento de exclusión .
La bancarrota no es la respuesta , tampoco. La deuda hipotecaria se excluye específicamente en esos procedimientos aquí. Es una deuda que las personas nunca pueden escapar.
"No hemos cambiado la ley todavía", dijo la Sra. Colau . " Pero no hay progreso. Los bancos están hablando con la gente ahora , y no antes. "
MS . Reciente fama de COLAU no parece haber tocado. Discutir con los políticos en la televisión, que puede sonar duro filo y luchadora . Pero respondiendo a las preguntas en una tarde reciente parece maternal y se ríe con facilidad. Ella lleva un suéter desgastado voluminosos , tendido en las mangas . Alrededor de su cuello es una bufanda de punto a mano , un regalo de una anciana que se le acercó después de que ella habló en una reunión de vecinos de una noche .
Ella se ríe del escándalo sobre su testimonio parlamentario , diciendo que el uso de la palabra "criminal" fue totalmente espontánea . " No tenía idea de que iba a testificar ante mí y él me decía todas esas cosas", dijo. " Se me acaba de ocurrir . Realmente no lo planeé . "
Sra. Colau , de 39 años, ha sido un activista desde que era un estudiante que estudia filosofía . Trabajar por una u otra causa ( contra la guerra , contra la globalización , a favor de la vivienda para los pobres) que ha menudo extremos apenas hechas cumplir . Ella vivió como okupa por un tiempo, y ha tenido más de 20 trabajos ocasionales , dijo. "Sobreviví precariamente a veces, " dijo ella. "De alguna manera , acabamos siempre nos dieron por . "
Ella ahora tiene un hijo de 2 años de edad, con su pareja, Adria Alemany , economista que comparte su pasión por las luchas sociales.
" No hay cenas románticas, ni películas , " dijo con un encogimiento de hombros. " El activismo ha sido nuestra vida. "
Sra. Colau fue uno de los primeros organizadores de la PAH , que fue fundada hace apenas cuatro años, ya que la crisis económica de España comenzó a tomar su peaje y miles de españoles nuevos desempleados comenzó a atrasarse en sus pagos de hipoteca . Sra. Colau dijo que la necesidad de la PAH , que ahora cuenta con 200 centros en toda España , fue inmediatamente evidente.
" La gente vino a nosotros y que ni siquiera podía hablar", dijo. "Ellos ni siquiera podían explicar lo que les había sucedido . Ellos pensaban que nada bueno iba a suceder a ellos de nuevo " .
#9 Para traducirlo o dejarlo de esa manera, no hace falta.
¡ Arriba Ada !
Una vez mas... Manda cojones que sea mas facil enterarse de lo que pasa o de lo que se hace leyendo la prensa extranjera que la nacional, dice mucho de este pais y nada bueno.
El otro día la oí en la SER en una tertulia sobre la y francamente me quedé impresionado de cómo se explica y de la fuerza que desprenden sus palabras.
Que este país cuente con personas como ella, me llena de esperanza y me anima a mí a "ponerme las pilas".
Gracias Ada.
La segunda página por cortesía de Google translate:
A pesar de el reconocimiento del nombre de la señora Colau , las oficinas de la PAH apenas tienen la sensación de una sin fines de lucro para arriba- y-venir . Los muebles son mínimos : unos pocos estantes de metal , algunos carteles pegados en las paredes. Es una operación totalmente por voluntarios , a excepción de cuatro personas que , como ella , reciben salarios de otras organizaciones no lucrativas.
Pero en esta noche , como muchos otros , la Sra. Colau estaba en la cafetería porque su oficina había sido tomada por una reunión de familias deseosas de intercambiar consejos sobre cómo manejar a los banqueros que quieren desalojarlos .
Estas reuniones , la Sra. Colau dice , todavía son la mejor parte de lo que hace la PAH . " La gente recibe toda esta información y apoyo ", dijo. " Se les da esperanza de nuevo. Se les da el poder " .
" Cada semana llorar después de estas reuniones con los dueños de una casa , pero no solo con su dolor . Hay alegría , también, porque todas las semanas hay problemas que se resuelven . Es una cosa muy hermosa " .
No todo ha sido fácil . Después de una ola de suicidios relacionados con el desalojo , el grupo recolectó 1,4 millones de firmas para obligar al gobierno a considerar cambios en las leyes de la hipoteca y se llevó sus protestas a las casas de los políticos . Eso llevó a algunos miembros del partido del primer ministro Mariano Rajoy para empezar a atacar a ella, llamando a los HAP "nazis " y " simpatizantes de los terroristas . "
Sra. Colau desestimó las acusaciones, pero el episodio le preocupaba . " Ser llamado un terrorista? ", Dijo. " Esto es aterrador. "
Se preocupó a su madre , también, dijo. Sra. Colau se crió en un barrio de clase media en Barcelona. Su madre vendió bienes raíces, pero a menudo se la llevó a las protestas que se interese Su padre trabajó su camino hasta la escalera en una agencia de publicidad , comenzando conseguir café. Ambos están orgullosos de ella , dijo, y se van a sus protestas cada vez que pueden .
Hace tres meses , la señora Colau aceptó el Premio Ciudadana Europea para la PAH a propuesta por el Parlamento Europeo. Partido del Sr. Rajoy llamó rápidamente la adjudicación de un escándalo y pidió que sea removido .
Poco después , el gobierno redactó un conjunto de nuevas y estrictas leyes contra las protestas públicas , leyes que muchos creen que se dirige a sus iniciativas. Las leyes imponen multas elevadas para aquellos que toman parte en las protestas no autorizadas, publicar fotos de los agentes de policía o interrumpir actos públicos. Demostrando cerca del Parlamento sin permiso, por ejemplo, podría dibujar una multa de 600.000 euros , o alrededor de $ 820.000 .
Sra. Colau parece imperturbable. Ella respondió en Twitter, pidiendo a sus seguidores a organizar un día de desobediencia general si se aprueba la ley . "O desobedecemos ", escribió , "o aceptamos la esclavitud. "
--- La negrita del final es mía, porque sintetiza lo que nos viene encima, y desde luego Ada es un luchadora de ideas claras.
The New York Times es ETA
#0 te falta una e en entrevista
#1 Gracias!!
Lo único bueno de esta puta crisis es que han salido a la luz pública una serie de personas y asociaciones maravillosas. Buena gente, inteligente, trabajadora, con unos valores estupendos y una fuerza brutal. Un ejemplo para el resto de españoles dormidos y sin ganas ni fuerzas para hacer nada por mejorar las cosas comunes, que son las que de verdad vale la pena mejorar. ¡Bien por Ada!.
Tiene que ser muy duro no tener apenas tiempo para la intimidad.... Ánimo, te queremos....
PEPEROS PERROS
Esta entrevista hace mas daño a Rajoy que todo lo ocurrido con anterioridad.
#18 Cuala???? ... ni Rajoy ni nadie situado en un radio de 5 Km. lee inglés ni nada parecido.... que inventen ellos y viva la muerte...
la señora Colau deberia presentarse a las elecciones, formando un partido politico o de la mano de Equo (que es quien mas creo se acerca a sus propuestas) y asi aprovecharia un minimo de inercia inicial
#15 No. Mrs Colau está haciendo como los partidos de la antigua Grecia, es decir, políticas temáticas. Más allá de la brillante actuación en su campo, no tienen más que hacer.
Venga ana joder, presentate a presidente.
#16 ¿Quién?
#16 jaja perdón
Link a la entrevista en una sola página: http://www.nytimes.com/2013/12/21/world/europe/leading-the-charge-against-spains-mortgage-crisis.html?hpw&rref=business&pagewanted=all
Esperando a que alguien la traduzca... ¡Ah, bueno, está el traductor de google!
Me pregunto si nos estarán fabricando una candidata a medida.
La única lucha que se pierde es la que se abandona.
Ya consiguió lo que quería, hacerse famosa