Hace 10 años | Por Izaga a eldiario.es
Publicado hace 10 años por Izaga a eldiario.es

Raquel vivía con su marido y sus cinco hijos, todos menores, en un piso alquilado por un particular a muy bajo precio, pero lo único al alcance de la economía familiar y a cambio de que la vivienda fuera reformada. El pacto resultó ser una estafa. Un día se encontraron con la sorpresa de que no podían seguir pagando la comunidad de vecinos por orden del banco propietario del inmueble.

Comentarios

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Tendría que pasarle a unos cuantos que yo me se. Verás como así dejaría de pasarnos.

U

Y cuando te pasa no lo entiendes.