Hace 11 años | Por JefeBromden a jotdown.es
Publicado hace 11 años por JefeBromden a jotdown.es

The Economist, la Biblia semanal del capitalismo, publica un artículo titulado Democracias y deuda. Y recuerda los reparos de numerosos pensadores clásicos respecto a la capacidad de los sistemas democráticos para gestionar la economía. Platón desconfiaba de los dirigentes votados por el pueblo porque tenderían a “robar a los ricos, guardar para sí mismos la mayor parte del botín y [...]

Comentarios

iramosjan

En primer lugar, eso de que The Economist es "la Biblia del capitalismo" no responde a la realidad en absoluto. La revista inglesa sostiene con frecuencia opiniones que no son exactamente del gusto del stablishment político y económico: por poner unos cuantos ejemplos acepta sin problemas la independencia de Escocia si los nacionalistas ganan el referendum, defiende la instauración de una república británica, el fin de la cámara de los Lores, y la redacción de una constitución escrita al estilo continental. Y sin ser lo que se dice unionista, es extremadamente crítica con la postura de los conservadores hacia la Unión Europea y con los euroescépticos, a los que acusa constantemente de vivir en una fantasía.

En segundo, no dice lo que Enric González le está adjudicando: Buttonwood no dice que "de algún modo, la crisis de la deuda en Europa da la razón a los escépticos respecto al poder popular". Lo que dice es casi lo contrario, que las dictaduras han demostrado ser mucho menos eficaces a la hora de gestionar una economía y fiscalmente más irresponsables. Lo que dice son cosas como

"Democracy may have its faults but alternative systems have proved no more fiscally prudent".

Y también

"Given the rise in inequality in America and Britain over the past 30 years, it is hard to argue that democracies have led to the confiscation of private wealth."

Y no es que el artículo me guste demasiado, porque señala los problemas existentes pero se para en seco a la hora de proponer soluciones; dice lo que han propuesto otros, pero Buttonwood mismo no se moja ni un pelo. Sin embargo hay que darle la razón en esta frase con la que acaba

"But however often they vote, democracies cannot make foreign lenders extend credit. That harsh truth is now being discovered".

http://www.economist.com/node/21561932