Poco a poco, y tras décadas de lucha de ecologistas, biólogos, vecinos y funcionarios, hay enclaves que han vuelto a la vida. No son parques nacionales, ni siquiera son muy conocidos. Pero sí que tienen la historia más edificante, aquella en la que el hombre es capaz de revertir sus pasos, de rebobinar el destrozo.
Aunque en el Segura todavía hay trabajo por hacer; en los últimos 15 años el cambio ha sido espectacular. Recuerdo el Segura de mi época de estudiante cuando vine a Murcia, allá por 1999 y daba verdadero asco.
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Aunque en el Segura todavía hay trabajo por hacer; en los últimos 15 años el cambio ha sido espectacular. Recuerdo el Segura de mi época de estudiante cuando vine a Murcia, allá por 1999 y daba verdadero asco.
#0 Gracias por el envío, muy interesante
Las Tablas de Daimiel pese a sobreexplotación de acuíferos, contaminación de aguas por vertidos de depuradoras, incendios, turba... ahí siguen.
El de Sevilla fue en Aznalcollar, no Aznalcazar. Se que son parecidos pero no tienen nada que ver. Si alguien puede comentarlo en el País, mejor