En los medios de comunicación hemos podido asistir a todo tipo de espectáculos protagonizados por activistas pertenecientes a diversas organizaciones ecologistas. Desde el mítico barco de Greenpeace “Rainbow Warrior” hasta famosos como Paul McCartney se han manifestado en contra de los alimentos procedentes de organismos modificados genéticamente. Personas colgándose de los más famosos monumentos situados en las principales capitales mundiales, productos transgénicos simulando granadas de mano…de todo.
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levante-emv.comEl problema de los transgénicos no es tanto la salud sino las prácticas mafiosas de quienes los promueven intentando patentar, es decir, privatizar un patrimonio que es de todos: los alimentos.
#2 Y vuelta a confundir las manzanas y las peras. Lo que pones en la noticia NO es un transgénico. Se trata de un cultivo obtenido por cruces mediante selección artificial como casi todos los productos hortofructícolas.
#3 Harto de la demagogia tecnofóbica pseudo-ecologista.
Entonces estás harto de la ciencia ¿no? Las organizaciones "ecologistas" con el tema de transgénicos NUNCA apoyan su verdad en ningún tipo de documento científico. Sólo infundir miedo y sensacionalismo
#4 Creo que estamos opinando lo mismo. Reléeme e interpreta.
#3 Te has molestado en mirar el cartel? aparece bien grande una dirección web, en la que tienes centenares de artículos y estudios que puedes rebatir.
#4 Gran parte de los activistas ecologistas son científicos. Me parece que el que manipula aquí sin ningún tipo de argumentación y de la forma más violentamente anti-científica eres tú.
Aquí tienes artículos escritos por científicos (la mayoría investigadores y profesores de biología) en contra de los alimentos modificados genéticamente.
http://www.saynotogmos.org/scientists_speak.htm
Estoy de acuerdo con #2. Una vez tengan el monopolio sobre los alimentos pondrán el precio que quieran. Todo el mundo a pasar por caja para comprar semillas.
Si la imagen de esa campaña fuera un meneo, se votaría sensacionalista. La solución a los problemas de los transgénicos (que los hay) no pasa por asustar al personal, sino por informarle. Desgraciadamente, hemos cargado a esa palabra de connotaciones, como también se ha hecho con nuclear (repito, no lo estoy defendiendo).
#1 El problema es cuando la sociedad civil tiene que luchar en la sociedad de la información y el conocimiento, contra grandes corporaciones que invierten millones de dólares en publicidad y en lobbies. Estoy seguro que a los activistas anti-transgénicos les gustaría poder ofrecer información detallada, al igual que a los activistas contra la presión de género que luchan contra la anorexia. Pero desgraciadamente, en una sociedad donde la atención en un bien escaso, casi la única manera de llamar la atención para después, una vez capatada la atención, poder informar correctamente, es hacer campañas que a menudo son sensacionalistas. Así sucede con casi todas las campañas de ONGs, contra los accidentes de tráfico, las drogras, etc. Me parece irrelevante un post bastante sensacionalista por cierto y en el que no se argumenta a favor (o en contra de los transgénicos) sino que se explota el sensacionalismo de una campaña ecologista para hacer afirmaciones igualmente sensacionalistas como esta:
"Los intereses comerciales de determinadas empresas implicadas en el desarrollo de los alimentos transgénicos son continuamente criticados por diversas organizaciones. ¿No hay ningún tipo de interés económico tanto en los encargados de la campaña publicitaria como en los responsables de los paneles publicitarios del metro de París…? Si es gratis este tipo de publicidad y nadie se enriquece, por favor díganmelo para publicitar gratuitamente un piso que quiero vender en la maravillosa capital francesa."
A mi esta argumentación me parece tan sensacionalista como buscar intereses económicos en que 3.000 asociaciones feministas y contra la bulimia hagan un anuncio impactante (quizás dejando entrever que hay intereses económicos de las tiendas de tallas grandes?).
Por cierto, llevo unas semanas en Paris y no he visto ni uno sólo de estos carteles que supuestamente "ha poblado las estaciones de metro de París".
Da igual si me "informan" o no sobre los trasgénicos. Me parece bien que las empresas que ganan miles de millones dediquen unos pocos a "informar" sobre ellos. Y también me parece bien que los contrarios "informen" sobre ellos.
Ahora lo que necesito es poder distinguir un alimento trasgénico de otro que no lo es para poder hacer valer esa "información". Pero las empresas que se dedican a crearlos y comercializarlos dedican muchos millones a impedir que pueda ejercer ese derecho a elegir.
Meneo por esto: "¿Sería posible que, junto al cartel publicitario, las organizaciones responsables adjuntaran los documentos científicos que argumentasen sus posiciones en contra de los transgénicos?…algo así como que nos enseñaran la munición que carga esa patética pistola que se muestra en la imagen…para poder rebatirla…una vez más."
Harto de la demagogia tecnofóbica pseudo-ecologista.