Cuando trabajas en una empresa de alquiler de vehículos tienes claro que cualquier cosa puede ocurrir. Cuando suena el teléfono, nunca sabes a qué vas a enfrentarse pero, como todo en la vida, es mejor tomárselo con humor. Tampoco sabes qué tipo de conductor se pondrá al volante o en qué estado llegará el vehículo alquilado al parking una vez sea devuelto.