El pasado como director de una sucursal de Novagalicia Banco (NCG) persigue a Manuel Paradela Abelleira. Aunque a todos los efectos se prejubiló en la empresa en marzo del 2012, su puesto de concejal en A Estrada lo convirtió en el blanco de los afectados del municipio por preferentes y subordinadas. No solo en los plenos, también en la calle, llegando a ser agredido por uno de ellos el pasado 19 de abril, cuando se lo encontró a plena luz del día.
Comentarios
Sólo espero que no se quede aquí. Si ha estafado, su lugar no es únicamente dimitir, sino la cárcel. Sin contemplaciones ni obediencia debida. El siguiente trabajador que estafase a la gente, aunque lo hiciera desde un banco, tendría muy claro que acabará en la cárcel como cualquier hijo de vecino.
Raro es que estos hechos no se hayan producido antes.
#1 #2 Moraleja? Así sí se consiguen cosas, aunque me duela decirlo.
Relación causa-efecto. Nada mas. La gente está empezando a perder los nervios al mismo ritmo que la casta la vergüenza.
Algún día tendremos que enfrentarnos a la triste realidad de que para derribar a los de arriba, es necesario el uso de la violencia. Con palabras y gritos mudos, es imposible.
No se puede ir con esa impunidad y chulería por la calle.
Es el precio de la fama. A los actores, cantantes y demás gente de la farándula los persiguen para hacerse fotos con ellos, a este tipo de canallas si te los cruzan por la calle y te han dejado sin blanca lo mas seguro es que se te vaya la mano y tengan que pedir cita en el dentista para reparar la pérdida de piezas dentales del mamporro que se llevan de regalo. Esto cada vez pasará mas veces.
Esta noticia tiene un "algo" que nos dice quién está en política para su beneficio propio y quien está para servir al pueblo. Cuando al concejal no le daba problemas y le daba fama, la utilizaba para vender de lo suyo. Cuando se le ha vuelto en contra, no arremete ni contra el que le dio para vender mierda a los que le votaron, ni contra los que no ayudan al pueblo. Y cuando ya la fama se le ha echado encima, abandona el barco que se hunde como rata que es.
No me da ninguna pena, pero ahora ya sé a ciencia cierta que el miedo ha cambiado de bando, y que todos los sinveguenzas que se dedican a la política van a empezar a huir como asquerosas ratas. Me alegra el día oler noticias como estas por la mañana...