“¿Machismo? ¡No, mujer; eso era antes! Ahora las mujeres están fenomenal; mira, si trabajan, sus maridos cambian pañales…”. Negar la existencia del machismo social a través de la ilusión de igualdad ha sido su gran triunfo. Ha bastado con poner un par de cosas bonitas en las leyes y convertirlas en papel mojado. Las feministas parecemos una panda de locas descerebradas e histéricas que se dedican a un activismo inútil y fuera de lugar. “¿Por qué quieren hacer ruido estas neuróticas si ya pueden votar para elegir quién las ignora mejor?”