"Edurne Begiristain, periodista de Egunkaria en Vitoria-Gasteiz, contó en Zuzeu como la despertaron de madrugada y tuvo que ir a la delegación del periódico en la capital alavesa. Allí se topó con la policía de registro y, para su sorpresa, también un fotógrafo del diario El Mundo. Begiristain le preguntó que hacía allí, y el fotógrafo le dijo que en El Mundo lo sabían desde la víspera. Begiristain se quedo estupefacta, sin saber qué responder."