Una metodología para detectar las mentiras está revolucionando a los EEUU. Se hace por medio de un escáner cerebral tradicional que detecta la manera en que se crean físicamente las mentiras en la cabeza del ser humano. “Nosotros analizamos directamente al cerebro humano cuando se está en el proceso de mentir. Encontramos justamente que cuando la persona miente, una parte del cerebro deja de funcionar para darle paso a otra. Y en ese preciso momento hay más sangre fluyendo hacia la parte del cerebro donde se genera la mentira”, dice Huizenga.
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