Navegaba por la página principal de National Geographic en español, cuando reparé que en el lado derecho había un pequeño apartado llamado Foto del lector. Un apartado que invitaba a entrar con la excusa de tener la posibilidad de enviar fotografías, y que éstas pudieran ser publicadas en la revista oficial de National Geographic. Un caramelo apetitoso para cualquier aficionado a la fotografía. Al entrar y leer con detenimiento las condiciones exigidas es cuando saltó la sorpresa....
Comentarios
A mi hace poco me llamó mi padre diciéndome que el Real Betis Balompie había abierto un concurso de diseño web para renovar su página, por si quería participar. El proyecto de renovación de la web lo iba a llevar una empresa y esta, en vez de hacer el trabajo ellos mismo, habían iniciado un concurso chachipiruli del tipo "envía tu diseño en .psd, ¡El más votado será el nuevo diseño de la web de tu equipo!". El ganador se llevaba, creo, 600€
Yo pensé. Mamonazos, os lleváis la pasta, que seguro el Betis os paga un pastizal o, al menos, más de 600€ y vosotros hacéis un concurso para que otro os haga el diseño y encima, os quedáis con un montón de .psd que a buen seguro reutilizaréis para otros proyectos.
Que cara más dura, por dios. Pero claro, lo vendes de concurso chupiguay 2.0 social "la web del Bétis, hecha por un bético, elegida por los béticos" y encima quedas de puta madre.
#3 Ahí está el problema.
Hace poco también estuvieron haciendo un concurso, en algunas revistas deportivas, para encontrar un logo para la moto de Jorge Lorenzo (el número 1 en el carenado).
El premio era un casco.
Miles de logos, algunos buenísimos, por un triste casco.
Luego se quedan con todos los diseños, y les ha salido a céntimos el logo.
Con las fotos igual (de lo que trata el artículo).
Se crean una enorme base de datos de fotografías y, en el caso de Natural Geographic, por la cara.
Ni premio dan......Solo la posibilidad de que la foto salga en la revista.
Más cara imposible
La envío, porque creo que es importante saber como nos "soplan" las fotografías delante de nuestras narices.
Juegan con nuestras ilusiones, para luego tomarnos el pelo.
Tristemente, la mayoría de concursos de este tipo (literarios, fotografia...) tienen un punto similar en sus bases.