Durante los últimos treinta años, el estado evolutivo y la trayectoria de la especie humana han sido cuestionados por los rápidos avances conseguidos en el campo de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y la ciencia cognitiva. Estas ciencias y tecnologías convergentes sugieren formas en las que la tecnología podría ayudar a las personas a “mejorarse” (Elliot 2003, Kramer 1994) de forma que transformasen lo que consideramos el funcionamiento típico de la especie para los seres humanos...