Hace 13 años | Por Matroski a mzablog.wordpress.com
Publicado hace 13 años por Matroski a mzablog.wordpress.com

El tatuaje, en un estrato de la sociedad, es una moda, un símbolo de rebeldía, incluso un recurso estético. Pero hay otro sector en el que el tatuaje es mucho más significativo que eso. Los tatuajes carcelarios. En medio del tedio, en un encierro donde el tiempo parece quieto, Juan Carlos, un preso de 22 años, se saca la remera y le pide a su compañero de celda que le pinche la aguja sobre el dibujo que se ha hecho en el brazo: es una espada rodeada por una serpiente y representa la muerte de un policía.