Cuando cierra una librería –y asistimos a un continuo goteo de cierres–, hay pena y poco más. A veces, una oleada de solidaridad que llega desde los clientes logra el milagro y la librería se salva. Son las menos. El dolor es nostalgia, pero es una gota en un mar de pérdidas que desde siempre ha abatido a la cultura, acostumbrándola a jugar a perder. Pero, cuidado. El cierre de una librería no es solo eso; significa el deshielo de todo un iceberg de cultura, de sociedad, de historia, de gente que ama la libertad y el progreso que nos dan (...)
Comentarios
Cuando cambiar tu modelo de negocio no es una alternativa, estas condenado a la extincion. Que si, que es una pena, pero tenemos que volver a recordar como empezo Amazon? Aunque muchos no lo crean, fue "Vendiendo libros por internet".
Que victimismo y pedantería... Y por cierto las personas que os cargáis la cultura sois las personas que la convertís en puro negocio. Pero como os importa una mierda la cultura si no solo tener dinerito fresco, pues...
Como futuro novelista, o escribiendo mi primera novela, no se porque un negocio o sitio concreto tiene que sobrevivir si no hace nada para ello y hacer algo no es esperar a que otras personas te saquen las castañas del fuego.
Salu2
Que cultura ni que leches, el que hace el artículo claramente no ha comprado un libro en los últimos años.
No es que haya que escoger entre leer y comer, pero casi. Aparte saber que el autor se lleva una parte irrisoria del precio no ayuda a vender precisamente.
Y lo mismo los digitales, joder, como puede una versión digital costar 2 euros menos que el papel?