Aristóteles fue [...] condenado por impiedad y tuvo que exiliarse tras dejar escrito «no dejaré que los atenienses pequen dos veces contra la filosofía», fijando así para la posteridad ese vínculo entre la sabiduría y el sacrilegio. Dado que el más irreverente de todos los filósofos fue también el más melómano —«sin música la vida sería un error»—, pues es una buena excusa para fijar nuestra atención en aquellas canciones vinculadas a esta disciplina.
Comentarios
#4 No. Soy así todo el rato.
#5 Madre mía, qué cruz...
Cómeme el donut.
#1 Esa canción tiene un trasfondo filosófico muy profundo. El donut, por su formar circular o toroidal, representa el bucle eterno de la reencarnación, y el concepto de infinito cósmico. El agujero del medio representa la ausencia, el no-ser. El acto de comer el donut refleja la voluntad del ser humano como animal consciente, de romper los designios existenciales preestablecidos, la negación de un destino prefijado para él. Y por qué no decirlo, proclama la inexistencia de un Dios.
#3 No sé qué habrás fumado, pero te ha sentado fatal.
#3 Como te vea alguno de marketing de Panrico la has liao.
#3 uno que yo me sé acabaría tu exposición diciendo..."riticulín fus fus"
#1 O cualquiera de Maluma.
Mi agüita amarilla de los Toreros Muertos.
¿Qué tal el rap de filósofos orientales contra occidentales?
Es la única que se me ocurre.
Yo apuesto por la del Arcipreste... " Que probemos las cosas no siempre es lo peor;
el bien y el mal sabed y escoged lo mejor. " v