La Secretaría General del Congreso ha hecho públicas este lunes las normas de vestimenta que la Mesa de la Cámara Baja acordó el pasado 21 de junio con el fin de garantizar unos criterios mínimos pero "claros" de respeto a la institución y evitar así que sus visitantes recorran las dependencias parlamentarias con prendas como bermudas o camisetas de tirantes, en el caso de los hombres.
Lo importante del congreso es lo que se dice, no lo que viste el que lo dice.
Un tío en chanclas y camiseta de tirantes lo mismo tiene propuestas más interesantes para la cámara que la de colgar fotos de monjas muertas, por ejemplo.
Sigo pensando que es mucho menos respetuoso ir sin cerebro que con sandalias.
Pero entiendo que si limitaran el acceso al primer grupo, en muchos plenos solo quedaría el que pone los vasos de agua a sus señorías. Aun así, puede que sus propuestas fueran mucho más interesantes que las que ultimamente se escuchan por allí.
Considerando que, según la RAE, guardarle el decoro a algo o alguien es corresponder con actos o palabras a su estimación o a su merecimiento y la actuación del Congreso en los últimos años, tendríamos que presentarnos en pelotas y con el culo cagao.
Que un español decente entre en magas de camisa está mal visto, que los sinvergüenzas y mangantes con traje y corbata campen a sus anchas por los pasillos no les preocupa. DRY.
Los criterios son más duros con los hombres que con las mujeres.
¿Y a ésto qué dice la ministra de igual-dá?
El empeño en que la vestimenta refleje el necesario respeto por el Congreso de los Diputados ya llevó a su presidente, José Bono, a llamar incluso la atención al ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, que a principios de la presente legislatura se presentó sin corbata en una sesión extraordinaria del mes de julio.
Entonces espero que a todas las féminas las haga ir con pañuelo de cuello, que es la prenda femenina equivalente a la corbata masculina.
Y por cierto, ésto demuestra lo que siempre he pensado: que cuanta más exigencia en el vestir, más sinvergüenzas. Cuando veais a alguien en pleno julio, a 35 grados, con corbata y chaqueta, deciros: ahí va un pringao, un esclavo del siglo XXI, al que le dicen hasta cómo ha de ir vestido por la calle.
De hecho, yo en la única empresa en la que he tenido problemas para cobrar (al final cobré todo, pero no sin denunciar antes) fue la única en la que tenia que llevar corbata. Creo que lo he dicho todo.
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Lo importante del congreso es lo que se dice, no lo que viste el que lo dice.
Un tío en chanclas y camiseta de tirantes lo mismo tiene propuestas más interesantes para la cámara que la de colgar fotos de monjas muertas, por ejemplo.
Sigo pensando que es mucho menos respetuoso ir sin cerebro que con sandalias.
Pero entiendo que si limitaran el acceso al primer grupo, en muchos plenos solo quedaría el que pone los vasos de agua a sus señorías. Aun así, puede que sus propuestas fueran mucho más interesantes que las que ultimamente se escuchan por allí.
Considerando que, según la RAE, guardarle el decoro a algo o alguien es corresponder con actos o palabras a su estimación o a su merecimiento y la actuación del Congreso en los últimos años, tendríamos que presentarnos en pelotas y con el culo cagao.
Nuestros políticos preocupándose siempre por los temas importantes.
Que un español decente entre en magas de camisa está mal visto, que los sinvergüenzas y mangantes con traje y corbata campen a sus anchas por los pasillos no les preocupa. DRY.
En 20minutos: http://www.20minutos.es/noticia/1101198/0/congreso/medidas/vestimenta/
Los criterios son más duros con los hombres que con las mujeres.
¿Y a ésto qué dice la ministra de igual-dá?
El empeño en que la vestimenta refleje el necesario respeto por el Congreso de los Diputados ya llevó a su presidente, José Bono, a llamar incluso la atención al ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, que a principios de la presente legislatura se presentó sin corbata en una sesión extraordinaria del mes de julio.
Entonces espero que a todas las féminas las haga ir con pañuelo de cuello, que es la prenda femenina equivalente a la corbata masculina.
Y por cierto, ésto demuestra lo que siempre he pensado: que cuanta más exigencia en el vestir, más sinvergüenzas. Cuando veais a alguien en pleno julio, a 35 grados, con corbata y chaqueta, deciros: ahí va un pringao, un esclavo del siglo XXI, al que le dicen hasta cómo ha de ir vestido por la calle.
De hecho, yo en la única empresa en la que he tenido problemas para cobrar (al final cobré todo, pero no sin denunciar antes) fue la única en la que tenia que llevar corbata. Creo que lo he dicho todo.
Por cierto, en invierno hay una forma de no tener que llevar corbata: usar jersey de cuello alto.
