Resumen: Feministas del movimiento anarquista/okupa gallego dicen haber sufrido 6 violaciones en una semana por parte de sus compañeros. Preparan una "acción" para la que convocan a un centenar de hombres de los movimientos sociales el 1 de Junio en una sala empapelada con las fotos y los nombres de los citados. Les ordenan señalarse a sí mismos y a sus compañeros como agresores. Después les dicen que todos son violadores y terminan por escupirles y pegarles. El tema sale a la luz y entonces ellas lanzan el comunicado que pongo a continuación justificando lo sucedido.
Antecedentes:
- Versión de los hechos por parte de uno de los hombres asistentes: Del día en que me quise solidarizar y me hicieron prisionero de guerra (en gallego y castellano)
- Otra versión de los hechos por parte de otro de los hombres, narrado por UTBH: Casas Okupas, declaraciones de guerra y VG
- Crítica por parte de una de las mujeres: El sectarismo en el movimiento libertario (en gallego)
- Manifiesto que se preparó para leer el día de los hechos: Declaración de guerra
- Comunicado de repudio por parte de otro centro social okupado gallego: CSA do Sar
- Artículo en Radio Coruña: Espinoso asunto
JUSTICIA POR LA MANO - Comunicado 1 J 2019 (fuente original clicando aquí)
"Tratar lo real con honestidad siempre supone ejercer una violencia, hacia una misma y hacia lo existente, porque implica dejarse atravesar el cuerpo y la mente y porque supone entrar en escena para tomar posición y violentar." Valerie solanas (Autora del manifiesto SCUM, donde abogaba por la aniquilación de los hombres)
Aclaración previa: Somos feministas autónomas que nos unimos en la necesidad de dar una respuesta colectiva.
El Aturuxo das Marías fue el escenario. Pudo haber sido cualquier otro.
CONTEXTO
Llegar aquí fue posible gracias al trabajo y las contribuciones de muchas generaciones de compañeras de las cuales heredamos la posibilidad de denuncia y la idea de que la legitimidad de definir que es una agresión, es de la agredida y no del agresor.
Desde hace años hemos empezado a darnos cuenta de que los agresores también militan con nosotras. Esto se materializa con una denuncia pública en 2015 de un agresor y su posterior gestión, proceso que genera la necesidad de la creación de un protocolo contra las agresiones machistas en los movimientos sociales. Este caso supuso un punto de inflexión a la hora de responder públicamente a las agresiones señalando a un militante de dentro de la izquierda y los movimientos sociales de Galicia. En su momento, sacar esto a la luz fue polémico, pero sentó el precedente para que otros agresores dentro de los movimientos sociales se hicieran visibles, y para que nuestros compañeros con quienes compartimos militancia se dieron cuenta de que por estar dentro de los espacios de trabajo políticos no están exentos de ser señalados como agresores.
Algunos hombres comienzan a reconocer su papel como agresores e incluso la estructura que legitima este poder y violencia. El punto central que motivó los eventos de la convocatoria del 1 de junio es que, aunque se reconocen como agresores, nunca se responsabilizarán de serlo. Y continuarán agrediendo.
Lo que ocurrió el sábado 1 de junio no fue una acción aislada, fue una respuesta a una situación de emergencia. Una reacción de autodefensa.
Una semana antes, las chicas se reunieron por unos días para trabajar y compartir tiempo juntas. Aparecieron, entre otros temas, las agresiones, aunque no era el objetivo de la juntanza. Las primeras que aparecieron fueron los que más hemos naturalizado: "un tío que te grita en la calle, un tipo que te toca el culo..."
Llega la noche. Una compañera habla de una violación. Esta vez el violador no es un extraño. Luego otra. Y otra. Y otra. Se hace el silencio. Lloros. Impotencia. Rabia. De repente, las violaciones pasan de la esfera personal a la esfera colectiva. Algunas de ellas han sucedido en los últimos meses, y todas ellos por nuestros compañeros, con quienes compartimos espacios de lucha y, con algunos, muchos aspectos de nuestras vidas. Y nosotras gritamos. Y otras compas ya estaban gritando también. Y otras. Y otras. Y el grito se hizo colectivo.
Aquí está la pregunta: ¿qué estamos haciendo para que deje de suceder? Protocolos, grupos de masculinidades, espacios no mixtos, vetos, debates, pedagogía con las personas más cercanas ... Para llegar a donde estamos este trabajo fue necesario, pero estas agresiones muestran que no son suficientes. Nos duele la vida. Continuamos creando espacios y relaciones personales que consideramos seguras, pero no lo son.
¿Qué es un espacio feminista? ¿En qué medida los centros sociales son espacios seguros? ¿En qué medida estamos cambiando la forma en que nos relacionamos?
Lo cierto es que compartimos espacios con amigos, hermanos, y llevamos años viendo cómo no asumen su responsabilidad en la lucha contra la violencia machista. Finalmente, prefieren mantener sus privilegios a través de la camaradería en lugar de romper con el patriarcado que llevan dentro. Cuando hay una agresión, siempre somos las mujeres las que señalamos; cuando hay actitudes machistas, siempre son nuestras voces las que se alzan. Además de asumir la carga de recibir la agresión, somos nosotras los que tenemos que acompañar, reflexionar, proponer medidas.
¡Estamos hartas! ¡La ira es nuestra también!
¡La guerra ya estaba allí, pero estaba silenciada!
DE LO QUE SUCEDIÓ EN LA CONVOCATORIA
Hombres que estaban directa o indirectamente vinculados con los movimientos sociales de Galicia y con quienes militamos y compartimos lazos afectivos fueron convocados el 1 de junio a las 6.30 pm en el CSOA Aturuxo das Marías.
Abrimos la puerta del espacio media hora después, y a los primeros les ordenamos que subieran al piso superior. El resto siguió un cartel que indicaba que subiesen al tercer piso, dos de ellos llegaron tarde, los que subieron al mismo tiempo que nosotras. En la sala estaban las fotos colgadas con sus nombres escritos en la parte superior (101 en total). Había unos cuarenta varones, nosotras -también éramos unas cuarenta mujeres-, al subir no entrábamos en la habitación, y tuvimos que quejarnos varias veces y decirles que se echasen para atrás, ya que muchas de las chicas todavía esperaban en las escaleras.
Dejamos un rotulador en una silla y les dijimos que se señalen a sí mismos en el caso de considerarse o considerarlos agresores. Una gran mayoría de los hombres presentes salieron a señalarse a sí mismos; muchos de ellos también señalaron a otros. Un hombre escribió un interrogante sobre su fotografía. Dos jóvenes señalaron todas las fotografías. Y al menos cuatro no salieron a marcar. Solo había un marcador, deliberadamente solo uno. Queríamos ver todo el proceso con calma.
Cuando terminaron, presentamos una lista de hombres que sabíamos que habían cometido alguna agresión machista, no necesariamente delincuentes sexuales; acompañando esto con un círculo en sus fotos, para diferenciar nuestras marcas de las suyas. Nuestro listado tenía 48 nombres. Casi todos los que hemos nombrado antes. Casi todos.
Por supuesto leemos un texto; la mayoría de nosotras estábamos llorando. La mayor parte de ellos miraraban hacia el suelo, a la vez que nosotras nos redistribuíamos ocupando más espacio.
En el comunicado les advertíamos de que la convocatoria no era un diálogo y los reconocíamos como lo que eran para algunas, como lo que son para otras: nuestros compañeros de la vida y la lucha; nuestros hermanos. Les dijimos que no podíamos soportar más agresiones, más violaciones, que la violencia excedía los límites de nuestro entendimiento. Les dijimos que seguían sin responsabilizarse de lo que nos hacen, individual y colectivamente. Les dijimos que no podíamos seguir compartiendo espacios con quienes nos atacan y nos violan sistemáticamente. Les dijimos, y esto es fundamental, cuánto dolor nos producía que prefieren sus privilegios a nosotras, a nuestra alianza.
Luego las agredidas ejercimos la violencia física; y esto no fue una violencia programada. Pero éramos conscientes de que esto podría suceder poniéndonos frente a quienes nos agredían.
De los aproximadamente cuarenta asistentes, en ese momento, cuatro de ellos recibieron violencia física:
Uno de ellos tres escupitajos, dos bofetadas y un empujón.
Otro una bofetada.
Otro una bofetada y un empujón.
Y a otro, en dos momentos diferentes, una chica le golpeó y gritó.
De los asistentes, ninguno contraatacó y uno de ellos abandonó el espacio cuando comenzó la violencia física.
Les acusamos, les hacíamos preguntas: "-¿Tú violaste?" "-Sí" "-¿Y me advertiste?" Porque creí que eras mi hermano".
Cuando consideramos que todo estaba dicho, les ordenamos que salieran del espacio. A medida que descendían, ocho mujeres se distribuían entre la puerta del espacio y las escaleras. En esta salida hubo varios que recibieron una respuesta física: hubo un puñetazo, algunas patadas, bofetadas, collejas y algún empujón (sin caer por las escaleras como han dicho).
Todo duró aproximadamente una hora y media.
REAZONES
Antes de presentar las razones aquí, queremos dejar claro que lo que sucedió esta hora y media fue un ejercicio de valentía, pero no por esto no es doloroso. También es necesario hablar de nuestras razones internas antes que de las externas. Este proceso fue muy difícil individualmente y también colectivamente. Pero fue un grito desesperado y necesario después de asumir que nuestros compañeros son los que nos violan y nos atacan sistemáticamente. Muchas veces somos nosotras mismas quienes invisibilizamos las agresiones para seguir priorizando nuestros vínculos, nuestros lazos afectivos.
Este "¡Ya es suficiente!" es el estallido de una situación insostenible. A veces solo desde las ruinas y solo desde lo destruido podemos comenzar a construir... de otra manera. Vamos a hacer lo que sea necesario para que nuestros cuerpos y los de nuestras compañeras estén a salvo. Esto solo se logrará mediante una lucha colectiva y personal de los hombres. Si no, seguirán atacándonos impunemente y ya estamos cansadas, joder! Estamos hartas!
Dicho esto, observamos diferentes reacciones a lo que sucedió el 1 de junio: quién apoya, entiende, asume y tiene la voluntad de revisarse; quien, refugiándose en las formas, invisibiliza, niega e invalida el mensaje o el contenido de fondo; quien nunca creyó en el feminismo y ahora muestra su rostro real al poner su ideología machista sobre la mesa bajo la excusa de lo que sucedió, pasando por una amplia gama de posiciones y actitudes.
Ante todas estas reacciones, queremos agradecer a todos las compañeras que se han allegado a nosotras desde opiniones o posiciones diferentes, pero desde una actitud de escucha y respeto. Gracias también a todas las que nos dieron las gracias, sabiendo que esta acción ha ayudado a otras mujeres la hace más valiosa todavía.
¿Cómo se desaprueba lo que ocurrió el sábado?
En primer lugar, con el cuestionamiento de las formas. Se critica el hecho de ser violentas, de utilizar la acción directa. Es incoherente que las mismas personas que creen en esta práctica en todos los demás aspectos de la lucha, ahora nos acusan de tener comunión con el fascismo. ¿Cómo es posible que se aplauda la autodefensa cuando se enfoca en alguien fuera del movimiento y ahora nos miran escandalizados por el hecho de enfocarla cara adentro? ¿Será que reconocían estas prácticas de manera aislada y no bajo una estructura? ¿Será que tienen miedo al fin de su impunidad? Nos exisgen que seamos pedagógicas, comprensivas, que no utilicemos la acción directa. Nos exigen que ante una situación normalizada de agresiones y violaciones, nuestra respuesta sea una pedagogía continua e infinita, pero no la ira. Pueden entender las lágrimas pero no los puños. ¿Por qué? Porque no asumen la violencia que ejercen contra nosotras como un problema real presente en nuestros espacios. Se analiza de forma aislada, se evita abordar el problema convirtiéndolo en algo ajeno, y se busca que la forma de resolverlo sea privada y no colectiva.
Quieren que permanezca debajo de la alfombra porque no se admite que existe una cultura de violación de la cual los hombres son participantes debido a su socialización. Por lo tanto, ponen el cuestionamiento en las formas: en la violencia, en los puños, en las fotos... En contraste, no cuestionan su papel y responsabilidad en la violencia ejercida, ni asumen qué llevó a sus compañeras a reconocerse como agredidas, a reconocerlos como agresores. La estrategia es simple: aferrarse a la crítica de las formas para obviar el contenido de fondo. La acción del 1 de junio fue un ejercicio de dignidad colectiva. Uno pone las cartas sobre la mesa: visibilizamos la violencia que ejercen sobre nuestros cuerpos y asumimos la respuesta. Las formas podrían haber sido otras, pero las críticas serían las mismas: se repiten antes de cada acción de autodefensa.
En segundo lugar, se cuestiona una supuesta lógica punitiva. Hemos asumido, desde diferentes posiciones y perspectivas, que era necesario y urgente decirles a nuestros compañeros que ya basta! Esta acción se generó a partir de la ira, pero también con el objetivo de colectivizar un problema, aliviando la necesidad de exponer una realidad que fue ignorada e invisibilizada. Es cierto que existe violencia física, pero esto no significa que provenga de una lógica de castigo, sino de una expresión de repulsión de nuestras entrañas por lo que está sucediendo. Por esta razón, resulta anecdótico cuando se señala que este día tuvo una violencia programada y sistemática. Si esto fuese así, todas responderíamos de la misma manera, con las mismas formas y de la correspondencia de una respuesta a cada ataque. Y esto no fue así.
De aquí en adelante, también nos gustaría señalar que a los que hablan de lógica punitiva, poco les importó usar el sistema de veto como una forma de castigarnos, instrumentalizando una herramienta de autocuidado feminista que garantiza nuestra seguridad; o llevando a cabo una amplia gama de medidas punitivas contra nosotras en diversas áreas de nuestras vidas. De la misma manera, aquellos que critican que señalásemos a nuestros agresores ante las personas presentes el 1 de junio, no tienen reservas en exponer públicamente a las mujeres presentes en la acción. Esta incoherencia o doble rasero es evidente al comparar sus reacciones con nuestra acción el 1 de junio (movilización inmediata de personas y recursos y publicación de varios comunicados) y las reacciones de las mismas personas ante casos de agresión masculina (pasividad, silencio, invisibilización, ridiculización y minimización de la agresión, resistencia ante las medidas de protección de las agredidas, ataques a las agredidas y las personas que las apoyan, y defensa de los agresores).
En tercer lugar, nos llaman irracionales: no tenemos la capacidad de razonar y decidir libremente, o bien actuamos desde el sectarismo, o bien desde una pequeña cúpula que manipula el resto. Así, responsabilizan de toda la acción a unas pocas mujeres, las malas mujeres, las locas, a las que convierten en el enemigo al que odiar y castigar; mientras se infantiliza al resto, a las que convierten en juguetes manipulados, a quienes rescatar y reeducar. Por esta razón, hablar de manipulación de la sorodidad nos parece insultante.
Esta visión está nuevamente mediada por prejuicios y relaciones personales, y responde a una estrategia de dividir y desacreditar la autonomía de quienes decidimos estar allí. En contra, nos reconocemos en nuestra propia diversidad, en la que hay múltiples sentimientos acerca de lo que sucedió, en el que las circunstancias son diferentes, en las que no todas sienten lo mismo. Y esto no es algo que queremos eliminar, ni algo negativo, pero nuestra presencia desde diferentes puntos responde al hecho de que en algún momento de nuestras vidas sentimos la violencia de aquellos a quienes llamamos compañeros. Con esta acción decidimos poner nuestras vidas en el centro.
Cuarto, nos acusan de ir en contra del trabajo realizado por el feminismo. Durante mucho tiempo, hemos entendido que no hay un feminismo, sino un feminismo diverso. También nosotras lo somos, pero es desde el feminismo que cree en la autodefensa que hemos decidido construir esta acción. Queremos enfatizar que nuestra existencia no va en contra de otras formas de hacer, sino que es una más entre las posibles, y es por eso que queremos que se respete.
Estos argumentos, entre otras cosas, fueron los utilizados para desacreditar lo que sucedió el 1 de junio. Un relato construido para crear empatía con los atacantes presentes y no con las mujeres maltratadas. Un sinfín de comunicados inmediatos en los que ellos tienden a victimizarse y acusarnos de no encontrar la manera correcta de evitar que nos ataquen y nos violen. Nos culpan por no dar con boton exacto, con la fórmula mágica, para que revisen sus privilegios y conducta. Pero no hacen, ni en este caso ni en otros, por ponerse en nuestro lugar. Un lugar que no podrían soportar, ya que se comparan a sí mismos para esta hora y media de acción, con colectivos marginados, perseguidos, torturados y asesinados sistemáticamente.
¿Y las consecuencias de estas razones?
Con todo esto, sale a la luz el discurso latente de algunos de nuestros compañeros, que no creen en la veracidad de los agresiones que denunciamos, que no creen en la existencia de violencias estructurales a las sobrevivimos y contra las que luchamos. En resumen, los argumentos que están utilizando para desacreditarnos ya los conocemos: feminazis, locas, exageradas, denuncias falsas ... Por mucho que lo disfrazen, en otras palabras, el fondo es el mismo, y existen los machistas de extrema derecha y de izquierda, los agresores comunistas y anarcas, los que ocupan cargos políticos y los que informalmente ocupan una posición jerárquica.
En este encuentro se reafirman en sus posiciones, en sus privilegios. Defendiendo al amigo agresor se defienden a sí mismos, ya que saben que pueden ser los próximos de los que se haga pública una agresión cometida. En este encuentro van cerrando filas para no tener que escuchar nada más que a sí mismos: es más fácil atacar a las compañeras que trabajar con sus propios privilegios.
Las consecuencias de su elección es la reafirmación del discurso patriarcal más crudo, creando un contexto de devaluación de la lucha feminista en general, e impulsando concretamente un proceso de deshumanización de las mujeres que participaron en la acción y desacreditando la violencia que denunciamos. Esta no es una idea teórica, sino una práctica de violencia que ya se ha ejercido contra varias de nosotras: agresión física, acoso, amenazas de agresión sexual, ... bajo la protección de este discurso patriarcal contra nosotras, porque nadie nos va a creer o a nadie le va a importar que seamos agredidas: simplemente porque hemos expuesto un problema colectivo, dejando en claro que nuestro cuerpo y nuestras vidas están en el centro.
CONTENIDO POLITICO
En esta era de posmodernidad que enfatiza la diversidad que existe en el sujeto "mujeres", casi nos aventuramos a afirmar que ya somos solo una comunidad afectiva; una colectividad unida inexorablemente por un vínculo trágico de subordinación, violencia, terror, sufrimiento y enojo. La ira aparece en nosotras como el instinto de autodefensa; confirma nuestros límites, nos dice que no podemos aguantar más; pero no solo eso: la ira anula el terror, la ira canaliza el sufrimiento y la ira ... la ira responde a la violencia con más violencia.
Ahora nos vemos en la obligación política de explicar la diferencia entre agresión y defensa propia. Hablar de la legitimidad de un determinado tipo de violencia. Cuando somos violadas o agredidas, estamos dentro de una estructura social, política, económica y cultural que apoya, permite y (re) produce tal violación y agresión. Esta estructura se llama patriarcado. Sí, vivimos y nos relacionamos dentro de un sistema de poder patriarcal, somos patriarcado.
Las mujeres se construyen culturalmente dentro de este patriarcado como un sujeto desarmado; un sujeto desarmado es un sujeto indefenso e inofensivo. Este sistema de opresión nos define y nos redefine permanentemente como víctimas y sólo como víctimas; Un sujeto que es concebido como víctima es incapaz de generar daño: solo puede sufrirlo. Esto explica parte de la consternación social que ocurre cuando las mujeres transgreden el imperativo de la indefensión y nos convertimos en victimarias.
Es lógico, entonces, concluir que cuando nosotras, las agredidas, respondemos con violencia (violencia simbólica y violencia física) a esta otra violencia sistémica, estamos llevando a la praxis la legítima defensa.
Parte de la izquierda, y parte de ciertos feminismos, exclama que la violencia es patriarcal; pero la violencia no lo es, como el poder, no se posee, se ejerce.
El ejercicio de la violencia física por parte de las mujeres es un objeto incómodo y controvertido. Para algunas personas, las mujeres que ejercen violencia simplemente no son mujeres; y, por supuesto, no son feministas. Existe, por otra banda, quien solo aplaude nuestras acciones violentas cuando son hacia otros. Esta anestesia moral ocurre cuando la violencia se dirige a alguien que está lejos. No nos remueve, no nos afecta. Está, por lo tanto, bien.
En este sentido, los hombres que solo ven el error ajeno, vienen a pisar nuestra autodefensa, ocupando rápidamente la primera línea cuando un extraño nos agrede en un bar. Aquellos que quieren defendernos rápidamente, son aquellos que ahora condenan nuestros gritos por estar en contra de ellos. No, las mujeres no pueden señalar a nuestros enemigos por nosotras mismas.
Todo este tipo de comprensiones que intentan anular la acción, a través de la anulación del sujeto que la llevó a cabo, aparece al rescatarte de aquello es socialmente inconcebible: las mujeres humillando, las mujeres ejerciendo la violencia física. Las mujeres que fuimos el sábado 1 de junio serán recordadas, de ahora en adelante, para muchas personas como una imagen de monstruosidad. La misma imagen que habría justificado durante siglos el aislamiento de las mujeres subversivas: desde el retiro social hasta la patologización y el ingreso en instituciones psiquiátricas o penitenciarias.
La lógica punitiva no parte de una lógica neutral, sino sexista; al igual que el propio Estado, es patriarcal: el ejercicio punitivo está bajo el control de los hombres y es desde su punto de vista que se detectan, identifican y castigan las anomalías que perturban su paz social.
Cuando el caso Sanmartín (2015) puso la necesidad de revalorizar y resignificar la violencia desde sufrimiento de la víctima, la búsqueda de una alternativa a la lógica punitiva estuvo muy presente: precisamente por esto se hicieron procesos de acompañamiento, se ofrecieron herramientas de distinta naturaleza y se elaboró un protocolo. Bajo la connotación de que personas distintas, en contextos transformativos, podrían, efectivamente, transformarse a sí mismas; para el caso: dejar de agredir ; es decir, que además de sufrir las agresiones y el cuestionamiento social para hacerlas públicas, asumimos la responsabilidad de reinventar nuevas formas de gestionar tales agresiones fuera de la lógica punitiva del Estado. Pero las agresiones continuarán y las mujeres seguirán sufriendo.
A diferencia de otros casos de denuncia pública, esta vez señalaremos y se señalarán ellos mismos o entre ellos, como agresores a todos los hombres de los movimientos sociales. Esto activa una importante red de afecto y solidaridad que no nos es ajena; Para comprender lo que sucedió el sábado 1 de junio, es esencial tener en cuenta que también fuimos o somos parte de esta red de afecto y solidaridad: algunas de los que estábamos allí no sabíamos que nuestros compañeros agredieron a una o varias de los nuestras hermanas; Otras, simplemente, si lo sabíamos.
Estas, nosotras, habíamos borrado, olvidado, obviado sus agresiones; aprendemos a hacer esto: a borrar, a olvidar, a obviar, para que podamos seguir queriéndolos cómodamente, para poder seguir amándolos y punto. Nuestras alianzas con los hombres nos hicieron dudar, y nuestras dudas llevaron a nuestras hermanas a abandonar los espacios: nuestras dudas llevaron a nuestras hermanas, a nuestras iguales, al aislamiento.
Por lo tanto, algo esencial en el proceso político del 1 de junio es que activando la autodefensa feminista responsabilizamos a todos los hombres en nuestro entorno de las agresiones machistas que tienen lugar en él. Los hombres son sujetos individuales, con sus especificidades, identidades con posibilidad de cambio, de transformación, identidades que no suenan fijas. Pero todos pertenecen al mismo grupo estructural, y por esta razón todos ejercen la violencia patriarcal. Ya sea por preservar un cierto tipo de afecto -camaradería masculina-, o por no trabajar en una deconstrucción colectiva, en una desprogramación, vosotros, nuestros compañeros, seguís creando espacios y relaciones de opresión con las mujeres que tenéis alrededor.
AUTOCRÍTICA
Hacemos autocrítica porque creemos que revisarnos a nosotras mismas es una parte honesta y fundamental de hacer política feminista. Nos enriquece y nos hace prosperar colectivamente.
También sentimos que hemos cometido errores derivados de las prisas. Nos pesa especialmente no haber llamado a todas los compas que queríamos y no haber tenido tiempo de revisar y acordar nuestro lenguaje, pero el estado de emergencia en el que estábamos nos exigió una respuesta urgente. No íbamos a esperar más. Esto significaría continuar exponiendo nuestros cuerpos a posibles agresiones. Necesitábamos una respuesta inmediata. Necesitábamos exteriorizar la ira, apropiárnosla como una herramienta política legítima para nosotras. En esta como en todas nuestras luchas. Así que este sentimiento se expresó en nosotras de diferentes maneras: desde gritos, enfado y golpes hasta lágrimas, culpa, dolor ... tantos sentimientos como chicas estábamos en esa sala.
Esta misma necesidad de urgencia en nuestra respuesta, para realizar una acción-reacción directa en la que los diversos sentimientos se reflejaron en niveles desiguales. Somos conscientes de que tuvimos compañeras que asisten a una solicitud de sorodidad con muy poco tiempo para procesarlo o incluso sin saberlo. Entendemos que esto puede abrir heridas después de haber presionado juicios personales sin previo aviso.
Nuestras voces son diversas, pero un sentimiento común nos atraviesa: hacemos lo que podemos para que nuestros cuerpos estén a salvo. Para que estemos seguras.
Somos conscientes de nuestra transfobia y homofobia interna. Somos responsables de esto. Sabemos que el texto que leímos en la acción tenía un lenguaje opresivo hacia identidades no binarias ni normativas. En el momento anterior a la acción, hicimos una revisión colectiva y superficial del texto, no por eso lbre de lenguaje excluyente. Pero el texto que está circulando es un borrador, un borrador filtrado. No es el texto que se leyó el 1 de junio. Sin embargo, queremos seguir asumiendo y deconstruyendo esta lógica inherente a nosotras. Encontrar las razones para movernos en un contexto binario y blanco, es una pregunta, entre muchas otras, que nos hace reflexionar.
Algunas estamos de acuerdo con la declaración: "todos los hombres son violadores" Otras no. Pero todas compartimos que todas los hombres socializados como tal están programados para violar, insertados, al igual que nosotras, en una cultura de la violación de la que son partícipes. Más conscientemente o menos, tienen una responsabilidad crucial en esta lucha.
También queremos señalar que el texto se interpreta desde un literal, en nuestra opinión, mal intencionada. No se exige la misma coherencia discurso-acción en otros espacios y tipos de lucha. La declaración de guerra, si bien para algunas no es literal, sin duda supone un punto de inflexión. En tanto que muchas de nosotras no queremos seguir compartiendo espacios con hombres socializados en la agresión, otras sí, pero desde otra lógica y desde otras bases de relación muy lejos de las actuales.
Nos centramos en nosotras mismas, nuestra sorodidad de mujeres y establecemos un límite claro y contundente para los agresores.
Asumimos nuestros errores, nuestros privilegios. Nos asumimos incoherentes y contradictorias. Algo que sentimos inevitable al actuar desde lo político, en la formulación de políticas desde lo personal. Reflexionamos, pero también sabemos que si no hacemos nada, nada cambia.
"Tengo la firme convicción de que la acción habla por encima de las palabras, que es necesario desafiar y no intentar convencer y de que el enfado extremo es la verdadera fuerza detrás de todo cambio social " Juliet Belmas
Comentarios
Jodidas zumbadas.
Me encanta la justificación de una violencia planeada como autodefensa.
De todas formas todo queda en casa, ellos les dieron alas, y se llevaron los aletazos.
Eso sí, me gustaría saber si esas violaciones que dicen ellas se denunciaron ante la policía.( No he podido terminar de leer el artículo, lo he dejado a la mitad asqueado)
#15 En estos ambientes se considera agresión machista hasta ponerle los cuernos a la novia: https://akelarrefeminista.wordpress.com/2016/03/06/comunicado-de-agresion-a-una-companera/
La versión de uno de los afectados: "Fue entonces cuando comenzaron las agresiones. Primero de forma más localizada, contra gente concreta. Insultos, gritos, bofetadas, escupitajos. Ninguno hicimos ni dijimos nada. Luego vinieron las patadas y los puñetazos. Entiendo que aún se centraban en venganzas concretas por hechos especialmente graves, pero pronto las agresiones se volvieron gratuitas y arbitrarias: una chica le dijo a alguien mientras lo abofeteaba que no sabía quién era pero que no le gustaba su mirada. Ninguno hacíamos nada mientras arreciaba la violencia. El que más hostias llevó fue uno que había pintado un interrogante sobre su foto, parodiando el proceso autoinculpatorio; recibió una auténtica paliza mientras un cordón de mujeres, en actitud chulesca, defendían la agresión. Nunca en mi vida había visto un abuso semejante salvo, quizá, en los lúgubres sótanos de alguna comisaría.
Una vez se hubieron despachado a gusto, nos obligaron a marcharnos, pero antes las chicas formaron un pasillo en la puerta. Según íbamos saliendo comenzaron a repartir golpes: collejas, empujones, bofetadas... Gratuitos, por la cara. Incluso a gente que no había sido señalada como agresora y con un comportamiento escrupuloso e intachable. Daba igual, eran hombres. Esa misma mañana los saludaban con sonrisas y ahora les cruzaban la cara a bofetadas."
#YoSiOsCreoHermanas
#2 No importa. Primero te obligarán a poner la etiqueta violador en la las fotos de la pared. Luego te insultarán, te darán bofetadas, gritos, escupitajos, golpes, etc.
Están locas. Mejor es que corras en lo que se presente la oportunidad.
#19 Yo iría incluso más lejos: el mundo está loco.
#20 Sí, pero no de una manera pareja. Hay más concentración en algunos lados que en otros.
#19 Lo mejor es no acercarse si no es estrictamente imprescindible.
#25 Cierto, pero es que creía que estabas dentro de una esas sectas diciendo #YoSiOsCreoHermanas.
Es importante que estas cosas ocurran, que se caigan las caretas del totalitarismo.
A esos hombres no sé si les quedarán más ganas de definirse como feministas o de ser cómplices.
O al menos se cuestionarán los dogmas del feminismo actual.
De la secta se puede salir.
El manifiesto que les leyeron antes de apalearlos es poesía pura: "Reventad a golpe de sodomía, experimentad lo que es ser violado por los tuyos. Ataos a una cama y violaos unos a otros. Podéis escoger: por la boca o por el culo. Vivid con un cactus metido en vuestro culo. Castraos químicamente o físicamente, pero dejad de violarnos. Poned vuestro cuerpo para luchar contra esa lacra que sois vosotros mismos, y preparaos para nuestra insaciable venganza."
No he podido terminar de leerlo... Me estaba poniendo de una mala hostia... Ahora mismo tengo un aura de machismo x30, como se levante mi mujer a decirme algo... Pues lo haré y punto .
Estos tíos lo tienen merecido por pichaflojas, mira que estoy en contra de las taradas estas, pero se merecen lo del cactus por el culo que menciona #1.
Prefiero que me tachen de facha, nazi, cuñado que ser un femizombie calzonazos de estos, Dios, no puedo dejar de pensar en darles collejas hasta que se me desolle la mano.
Me ha alzado la voz, he sido violada.
Sonreía mientras hablaba conmigo, he sido violada.
Me han mirado fijamente, he sido violada.
#16 #11 No solo lo digo por esa parte, que para mi queda más que claro que es un mito, sino por todo en general.
También se dice que "humillaron y golpearon a sus aliados", incluyendo "escupitajos". Tampoco parece que conste denuncia de esto, y termina siendo todo acusaciones cruzadas y se enlazan blogs, comunicados, o medios similares. Más que lanzar acusaciones en blogs deberían denunciarlo.
Repito que lo pregunto sinceramente porque
#49 #15 Se me olvidó citarte, más que nada por si tenéis más datos. Insisto en que ellos deberían denunciar esa situación, pero solo veos quejas en blogs o en otros medios poco creibles. Si estamos hablando de que les escupieron, los humillaron y los agredieron deberían denunciarlo.
Más que nada por usar el mismo baremos, si ellas consideran que han sido violadas que lo denuncien, si a ellos los han agredido, que denuncien, y nos dejamos de melodramas.
#52 Ellas no pueden denunciar porque no ha habido ninguna violación, simplemente tildan de violación cosas como cuando un hombre les abre una puerta gentilmente. Eso es una atroz violación machista
Y ellos no pueden denunciar porque son como las víctimas del tocomocho, su propia estupidez les ha llevado hasta ahí. Denunciar sólo los dejaría en evidencia.
Palomitas y a disfrutar de la estupidez ajena.
#53 Es que son capaces de meterla en una picadora solo por mojar...
#49 No te entiendo muy bien. A ver, en ese centro Okupado son anti-carcelarios, anti-policía y anti-sistema. Hasta hacen "marchas ao cárcere" y van a manifestarse a la prisión de Teixeiro. Participar del sistema penal poniendo denuncias va en contra de sus principios.
#56 Solo por explicarme, a mi no me interesan melodramas (no pretendo ser despectivo) en el que dos grupos se cruzan acusaciones sin ningún fundamento. No hay nada más que entender en mi comentario, si luego son okupas, etc, pues es su problema, y que lo disfruten, pero si no hay nada que le de un mínimo de validez a todo esto, no le veo ninguna relevancia.
Ya sea que ellos los acusen de violación o que ellos las acusen de agresion. Yo solo preguntaba para saber si en esto solo era un drama o había algo tangible, pero me temo que a parte de lo que cada uno dice, no hay nada...
#40 Primero, ya hace dos mensajes estoy esperando una contestación que no has sabido darme
Segundo, en vez de contestar me planteas nuevas preguntas
Tercero encima me acusas no haber leído un texto que si que he leído.
Cuarto, ser o identificarte como feminista no es incompatible con identificarte también como comunista, anarquista, etc. etc.
Así que intenta responderme tu a mi, que te he planteado una pregunta primero.
#41 Es que el propio texto lo indica: "Aclaración previa: Somos feministas autónomas que nos unimos en la necesidad de dar una respuesta colectiva." Si no conoces el movimiento autónomo ya es cosa tuya, si no te has fijado en la primera línea del texto, pues también. Por lo demás, no voy explicitándole a desconocidos que quieren montar un espectáculo sobre hechos que desconocen para reafirmarse en sus prejuicios la filiación ideológica de nadie.
#50 ¿¿Eing?? ¿Qué movimiento es ese? No hablan de ningún movimiento, sino de que son feministas independientes y no responden ante ninguna organización conocida. Es simple y llanamente y adjetivo.
Cc/ #41
#59 Ay dios, ahora el movimiento autónomo/operaio tampoco existió porque patatas. Es lo que tiene disfrutar buscando miserias ajenas sin tener ni pajolera idea de con quien se trata
#34 ¿Si no es el feminismo cual dirías que es?
Pq ellas desde luego que si que se califican como feministas...
#39 ni te has leído el texto, algunas sí, otras muchas no necesariamente. ¿Qué ideología suele haber en las casas okupas? venga, inténtalo...
#40 Todas las que participaron en esta "Alerta feminista", obviamente eran feministas. De hecho a día de hoy los movimientos okupas (y casi cualquier mofimiento de izquierda) están fusionados con el feminismo. Por ejemplo el CSO de de Coruña se llama "A Insumisa", al igual que el CSO en el que sucedió esto se llama "O Aturuxo das Marías", no por casualidad. A cualquier centro social okupa que vayas, habrá talleres feministas y toda la pesca.
cc/ #39
#47 No has estado en una okupa en tu vida, pero me lo explicas. Aham Los centros sociales, okupados o no, albergan actividades de todo tipo de colectivos que no encuentran hueco en otro lado para reunirse o impartir charlas. No por ello tienen la ideología de los talleres que ofrecen. Pero se te ve interesadísimo con el tema.
El mensaje #51 era para #48
#48 Y añado, aquí tienes el foro de debate anarquista por excelencia, con un apartado entero solo para temas de género: https://www.alasbarricadas.org/forums/viewforum.php?f=10
Si hasta existe el "anarcofeminismo"... https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anarquismo_feminista
El movimiento anarquista está totalmente simbiotizado con el feminista, las cosas como son.
#58 Si no eres feminista, es imposible que seas anarquista.
#63 Es posible amigo, puedes creer en el individuo y en su relación con el resto mediante la propiedad privada:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo
#58 Con un apartado al que no te puedes resistir a registrarte pa excretar tus mierdas, ya, ya. Si hueles a km.
#47 ¿Por qué mientes? He estado en varias okupas gallegas, una de ellas es A Insumisa, que le pusieron el nombre en femenino por cuestiones feministas. Hasta tienen "espacios no mixtos", es decir, le dicen a los hombres que se vayan para hablar de temas feministas. O en las zonas de biblioteca, siempre tienen un porrón de libros y fanzines feministas.
#51 Pues porque si conocieses los MMSS sabrías que uno puede ir a una Alerta Feminista o Ecologista sin serlo. Y tampoco hace falta el manexplaining, ya sabemos nosotras de sobra lo que son los espacios no mixtos y ya alertaremos también A Insumisa de que tienen un gañán, aficionado a burbuja.info y otros foros neonazis sacando documentación interna en espacios como éste y hablando de más.
#40 Lo intento yo: anarquismo no libertario, un porcentaje sensiblemente mayor al común de la sociedad de veganos, animalistas y feminismo radical.
Ah! y una falta de limpieza general donde incluyo personas e infraestructuras, ¿cuántas he acertado?
Como un puto cencerro. Supongo que los pagafantas que se metieron ahí habrán aprendido la lección.
"Llega la noche. Una compañera habla de una violación. Esta vez el violador no es un extraño. Luego otra. Y otra. Y otra. Se hace el silencio. Lloros. Impotencia. Rabia. De repente, las violaciones pasan de la esfera personal a la esfera colectiva. Algunas de ellas han sucedido en los últimos meses, y todas ellos por nuestros compañeros, con quienes compartimos espacios de lucha y, con algunos, muchos aspectos de nuestras vidas."
Estos son los motivos, muy graves que deberian haber sido denunciados a la policia. Claro que sospecho, que tal vez tengan un concepto de violación algo diferente.
#9 #10 del texto:
Les acusamos, les hacíamos preguntas: "-¿Tú violaste?" "-Sí" "-¿Y me advertiste?" Porque creí que eras mi hermano".
Entiendo que fue un diálogo durante la "paliza" (está escrito del culo). Yo creo que simplemente follaron, pero las chicas se sintieron violadas por sus parejas (de ahí el "y me advertiste?" que imagino preguntaría un chico).
En fin, ellas locas del coño y ellos subnormales por darles legitimidad, las personas normales saldrían huyendo de algo así.
#9 Es que una de dos:
1 - tienen un concepto muy creativo de lo que es una violación, según el cual cualquier intento de ligue o relación que no sale como ellas quisieran es violación. (en el principio del tocho escriben la idea circular de que "la idea de que la legitimidad de definir que es una agresión, es de la agredida y no del agresor."). Y recordemos el vegan-queer manzanares.
2- resulta que en el ambiente okupa/aliado feminista hay una proporción muy por encima de media de violadores; tendrían que preguntarse por que. Además sale barato , ya que el castigo de violar son unas ostias que son fácilmente evitables con no asistir a estos actos.
#9 Por lo visto, había un aliado fucker buenorro que se trajinó a unas cuantas, y a eso le llaman "violación".
Dios mío, qué tostón, en algunos puntos incluso incoherente.
Los hombres que se juntan con estas locas deberían salir huyendo, si se quedan luego que no llorenmierdas.
¿Y de verdad 40 tíos se juntan con estas zumbadas?
Creo que es difícil ver un episodio de alienación colectiva tan duro como este. Sin duda el hecho de que las ultimas corrientes feministas hayan dado un marco argumental a este tipo de situaciones hace que no sea tan raro ver, y ya, ni siquiera, de sorprenderse.
Este documento, aunque no lo pueda parecer, vale oro. Se ha hablado mucho del fascismo y sus implicaciones siempre analizándolo desde el punto de vista de personas abyectas que cometen un crimen de forma premeditada y maquiavélica, sin embargo este es el mas claro ejemplo de como las personas pueden llegar a extremos insospechados basándose únicamente en un hilo argumental, un cuento sobre una noble causa y su necesidad de matar por ella.
Las necedades que en este texto se pueden decir son en muchos casos irrelevantes, no creo que a nadie tampoco pueda sorprender que muchas de las afirmaciones categóricas que aquí se hacen no tengan ningún fundamento o simplemente puedan ser relativizadas hasta la insignificancia tras un estudio minimamente serio. Sin embargo, las conclusiones a las que llega y el tono entre trascendental y casi épico en el que se hacen, son piezas clave para entender la ideología intransigente y autoritaria que los ha visto crecer. Como personas con una mente sociopática utilizan el destino y la situación de quienes les rodean para empujarles a ser engranajes de sus planes mezquinos. Hacer daño a otros para corregir agravios pasados, un método infalible para construir un mundo mejor.
Hay mejores personas que estas, es difícil entender por qué siguen marcando las agendas ideológicas.
#29 Creo que es difícil ver un episodio de alienación colectiva tan duro como este.
Yo soy un poco más "pesimista" con esto, aunque tal vez te refieras solamente al momento presente y en España. Porque si miramos a la historia del mundo, los episodios de alienación colectiva han sido habituales en todas las regiones. No creo que haga falta mencionar los casos más sonados del siglo XX, por ejemplo.
Este documento, aunque no lo pueda parecer, vale oro.
Completamente de acuerdo. Es muy útil para ilustrar aspectos de la psicología humana, y cómo en los casos más extremos se podría llegar a una especie de "psicopatía colectiva o de grupo" (en tiempos de paz sigue existiendo un odio oculto bajo la superficie, reprimido u ocultado bajo ciertas reglas de relación social, pero que en determinadas condiciones puede surgir repentinamente a la superficie hasta un punto inimaginable para nosotros los que vivimos actualmente; nos cuesta imaginarnos el odio que prendió rápidamente en la época de la guerra civil, por ejemplo, pasándose rápidamente del mero odio disimulado, a directamente las agresiones y asesinatos). Por ejemplo, casi todas las guerras han empezado con pensamientos similares a los de ese documento, por ejemplo con esa misma excusa de la necesidad de "autodefensa". Casi siempre que hubo una guerra, se puso como excusa la autodefensa, ya fuese aprovechando un evento real, o inventando una supuesta agresión, o exagerando un hecho de menor relevancia, o incluso justificando la autodefensa en términos preventivos ante una posible agresión futura que se teme por parte del país vecino, etc. Los agresores suelen decir: "Tenemos que defendernos". Atacar tiene mala prensa, así que generalmente nadie ataca, ni siquiera los agresores: solo se defienden. Porque todo el mundo ve fácil considerarse a sí mismo como víctima, legitimada para atacar en "defensa propia". Es un mecanismo psicológico muy habitual pero que tal vez debería estudiarse más, y procurar educar a la población en consecuencia, para inculcar mayor racionalidad, respeto y convivencia.
Sin embargo, las conclusiones a las que llega y el tono entre trascendental y casi épico en el que se hacen, son piezas clave para entender la ideología intransigente y autoritaria que los ha visto crecer.
Tengo la sensación, incluso, de que tal vez este tipo de tendencias no se debe solo a determinadas ideologías concretas, sino que puede ser un mal endémico de la especie humana, que debería estudiarse atentamente para paliarlo e impedirlo si fuera posible. Una consecuencia del egoísmo psicológico cuando no se le pone límite a tiempo.
#42 Bueno, me referia a que es dificil ver hoy en dia en nuestra sociedad. Si lo comparas con la ideologias "cientificas" del siglo pasado esto se queda en nada.
Respecto al enemigo necesario es justo a lo que me referia, mentes atormentadas y retorcidas que utilizan a la masa a traves de sus miedos. Esas mujeres que golpeaban a sus compañeros han exteriorizado un sentimiento que han incubado desde el discurso sectario. Si obligases a cada una de ellas a relatar un suceso tan humillante que hayan sufrido como al que han sometido a sus compis, la mayoria de ellas no podria. Si ya las obligasemos a explicar por que las fotos de esos chicos ya como individuos concretos estaban alli eso ya seria ridiculo.
Madre mía!!! Habría que denunciar. Esto no se puede consentir
#13 yo creo en el feminismo, creo en la igualdad y creo que estas chaladas deben ser denunciadas y demostrar todo nuestro apoyo a los agredidos.
Es decir, los que han sido agredidos y lo normalizan por que "algo habré hecho" necesitan el mismo apoyo que necesitan las mujeres que son golpeadas por "algo que habré hecho"
Lo más grave es que creo que no ha salido ningún responsable de izquierdas dando su apoyo a los agredidos, o como mínimo interesándose por el tema y pidiendo una investigación.
Así se me hace muy difícil defender mi voto de izquierdas.
#36 Yo creo que lo que necesitan los agredidos son un par de semanas asfaltando carreteras a 40 grados a ver si les bajan las pelotas.
Menuda mierda de mundo le va a tocar vivir a mi hijo... Voy a tener que empezar a entrenarle desde pequeño...
#comochotas
#juicioscongarantias
#todomuytransparente
#16 nobody expects the feminist inquisition
Se han debido arrepentir del comunicado aquel se se filtró y las dejaba en mal lugar.
Esto esta alcanzando tintes de locura.
Yo me pregunto lo siguiente, ¿estos tios tienen sangre en las venas?
#18 Obviamente no, de lo contrario no serían aliados femi/hembristas.
#31 Es que hay que tener muy poca sangre para dejar que alguien te pegue, sea hombre o mujer y no hagas nada, como minimo irte.
han acorralado a los que ya tienen convencidos de que poseer pene es maldad, solo es otra fase de adoctrinamiento, los que se lo coman y se queden son sin duda sus modelo de hombre ideal.
Es la perfecta representación de lo que es el feminismo más radical o más bien misándrico, si es cierto todo claro. Estas personas son niñas mentalmente hablando, aunque jueguen a ser adultas. Tienen el problema de tener un complejo de superioridad que les genera un complejo de inferioridad cuando no les hacen caso y por eso se aislan del mundo que no sea lo que ellas digan.
Por suerte la mayoría de mujeres (muchas también feministas) no son así.
Salu2
Me esperaré a la peli, que por supuesto, no veré.
¿Esto está denunciado o es meramente drama? Lo pregunto sinceramente, porque parece que de momento lo único que hay son dimes y diretes.
#10 Están en contra de las leyes, la policía, los juicios y las cárceles: "La lógica punitiva no parte de una lógica neutral, sino sexista; al igual que el propio Estado, es patriarcal: el ejercicio punitivo está bajo el control de los hombres y es desde su punto de vista que se detectan, identifican y castigan las anomalías que perturban su paz social. (...) asumimos la responsabilidad de reinventar nuevas formas de gestionar tales agresiones fuera de la lógica punitiva del Estado."
Según ellas, lo suyo no ha seguido una lógica de castigo "patriarcal", sino una lógica emocional que nace de la ira.
Eso sí, no me creo que si estuviesen en una situación realmente grave siguiesen en sus trece con lo de "fuck police".
A mí me ha convencido muchísimo. Creo que voy a apuntarme a un colectivo de estos, porque todo lo que dicen es superlógico.
Son representantes de la rama más radical del feminismo, el feminismo lesbiano.
https://dworkinista.wordpress.com/
https://we.riseup.net/assets/138326/Sheila+Jeffreys-La+Herejía+Lesbiana.desbloqueado.pdf
https://we.riseup.net/radfem+spanish/en-busca-de-una-practica-feminista-de-la-sexualida
http://www.iztacala.unam.mx/errancia/v1/PDFS_1/POLIETICAS6_SCUMMANIFESTO.pdf
#21 Que esas webs hayan recogido esta denuncia nada tiene que ver con la ideología de las chicas gallegas. Pero ustedes a lo vuestro.
#30 ¿A que rama del feminismo pertenecen entonces?
#32 Si están en un Centro Social Okupado, la base de su ideología no es el feminismo que digamos. Debe ser dificílisimo colegirlo...
Yo, permitidme hacer un análisis de comportamiento. Si eran muchos más hombres que mujeres, entonces:
a - ¿por qué se dejaron humillar y nadie reaccionó?
b - ¿cómo es que nadie cogió la puerta y se fue?
c - ¿por qué nadie le devolvió el escupitajo a la otra?
d - ¿por qué nadie se levantó y contrarrestó esa declaración, exponiendo argumentos?
Realmente no entiendo muy bien lo que pasó ahí dentro e hicieron sentirse borregos a los pobres chavales.
#38 Según la versión de ellas en este comunicado, uno se piró en cuanto empezaron las agresiones.
#38 Hay que tener en cuentga una cosa, muchos de ellos eran amigos y novios de las agresoras. Entre eso y la encerrona, ser acusado públicamente como agresor sexual, el adoctrinamiento que tienen en el feminismo más radical, y que las agresiones de mujeres a hombres están mucho más permitidas que al revés, no me extraña para nada lo que ocurrió.
#38 a,b,c,y d) Porque posiblemente se sentían culpables porque las chicas tendrían razón y sabían que se lo habían ganado
#61 Va sí, venga, todos eran culpables y si hubieran sido 1.000 hombres, también todos culpables.
O sea que defiendes que el hecho de ser hombre ya te culpabiliza, ¿no?
¡Joder!
Pilláte un café en el bar de abajo que lo tienes pagao
#38 Tiene toda la pinta, de que al final de la historia, sale Ricky Martin de un armario, y se ve a un perro comiendo mermelada del chichi de su dueña... Solo he leído un poco al principio pero todos los enlaces son de blogs y chorradas así que podría escribir yo, salvo lo de la Cadena Ser que es de alguien que se hace eco de algo que ha leído en Twitter. En cuanto he empezado a leer he tenido que dejarlo porque... como dicen en los doblajes de las películas americanas, "es de locos".
Credibilidad 0. O dicho de otra forma: no me puedo creer que algo así haya ocurrido. Es demasiado "perfecto" para la gente en contra del cariz que ha tomado el movimiento feminista actualmente (entre los que me encuentro) para ser verdad... Ni C's sueña con semejante posibilidad de victimizarse. Y por supuesto, habría muchísima mayor repercusión mediática que cuatro blogs cutres.
#67 Eso es una falacia ad populum y su historia tiene más sentido
#68 Te equivocas, busca el significado de falacia ad populum: basarse en la opinión popular para dictaminar un veredicto, cuando lo que se debe hacer en un juicio justo, y de hecho se hace, es basarse en los testimonios de los que vivieron los hechos a juzgar. Confundes opinión con testimonio. Si varios de los que estuvieron allí dicen que les pegaron gratuitamente: es un testimonio (que puede ser mentira o no) . Si tú dices que no te lo crees: es una opinión.
Lo que tú has hecho sí se acerca más a la falacia ad populum: dictaminar sentencia basándote en una opinión (la tuya) y en una sola de las partes que te suena mejor.
#69 No, la falacia ad populum es dar por bueno un argumento porque muchas personas lo apoyen.
#70 "Un argumento ad populum, argumentum ad populum (en latín, «dirigido al pueblo») o sofisma populista, es una falacia que implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta opinión que de ello tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí mismo"
Estás confundiendo al considerar las opiniones con lo que aquí se da. En este caso no son argumentaciones, sino testimonios de gente que lo vivió y gente que tiene relación con quienes estuvieron allí, muy diferente a lo que tú estás diciendo o de lo que implica tal falacia. Si yo te pego y tú dices "Me pegó", eso no es una creencia/opinión. Lo que tú estás diciendo sería equivalente a llamar falacia ad populum a que un juez otorgue más veracidad a una de las partes de un juicio porque tiene muchos testigos que corroboran tal versión, cuando es una actuación totalmente lógica, es decir, lo contrario a falaz.
Tal falacia se daría en el supuesto de que el juez creyese una de las dos versiones basándose en lo que opinen los medios y las masas, o que en lugar de llamar a testificar a los testigos para declarar su versión de los hechos, te llamasen a testificar a ti para dar tu opinión sobre los hechos. Es que es muy diferente.
#0 Muchas gracias por compartir todas las versiones.
Total, que no agredieron a todos solo a los agresores. Pues bien que hicieron, si vas agrediendo por ahí,es normal que se las devuelvan. Es más, poco se lo devuelven.
#62 Nada, creo que es importante que se sepa ¿pero por qué das por verídica la versión de ellas y por falsa la de ellos, cuando de la segunda hay más testimonios y confirmaciones y de la primera solo existe este comunicado que han sacado un mes después para lavar su imagen debido a que el tema ha trascendido más de lo que esperaban?
Estas han tenido suerte de no haber acorralado a un grupo de canis, porque éstos que salen de ahí a hostias X^DDDDDD
vaya historia =(
Con todo lo critico que soy con el feminismo, soy de los pocos que se llaman antifeminista, aún con todos los acomplejados que huyen del feminismo, pero esto es un punto y aparte de locura demencial más allá de mi imaginación.