Seguramente luego de leer el título de esta entrada muchos de ustedes quedaran sorprendidos como yo quede de sorprendido al enterarme de este hecho. Pues no, no es una broma, al menos no en la forma tradicional. Es más, existió un libro, y muy serio por cierto, que se titulaba “De cómo Napoleón jamás existió” o “Grand Erratum”, y que afirmaba justamente la inexistencia de este gran y tan influyente personaje. Pero, ¿De dónde sale la idea que Napoleón no existió nunca? Pues todo comienza a fines del Siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX...
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La continuación de la historia está en los dos links siguientes:
http://www.saberhistoria.com.ar/2010/10/23/de-como-napoleon-jamas-existio-ii/
http://www.saberhistoria.com.ar/2010/10/25/de-como-napoleon-jamas-existio-iii/
Osea, unos tíos proponen que Jesús nunca existió y que es una asimilación del culto solar que se había dado anteriormente durante siglos en distintas religiones, y el que escribe el libro ese los crítica haciendo lo mismo con Napoleón, en realidad refuerza lo que quiere criticar, de Napoleón hay millones de pruebas históricas, documentos de su puño y letra, de contemporáneos que hablan de él, etc, etc, mientras que de Jesucristo no hay nada de eso, una sátira muy poco hábil.
¡Pues claro que no!
Es bien sabido que el universo fue creado por el Monstruo del Espagueti Volador hace media hora (más o menos) y todos los conocimientos que tiene la humanidad han sido implantados por El gracias a un toque de su tallarinesco apéndice.