Hace 11 años | Por Dinissia a politica.elpais.com
Publicado hace 11 años por Dinissia a politica.elpais.com

Paula Maroni y Carlos Pisoni trabajan ahora en un edificio de la antigua y tenebrosa Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro de tortura y exterminio durante la última dictadura argentina (1976-1983). Ella tiene 36 años y él 35. Pertenecen a la asociación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S). Sus padres desaparecieron durante la dictadura cuando ellos eran bebés. Cuando tenían 17 y 18 años, en diciembre de 1996, decidieron escrachar a un médico de la ESMA.

Comentarios

sabbut

Hace unos días oí por la radio a uno decir que el origen del escrache era antidemocrático. Y es todo lo contrario. Es el fruto de la desesperación de los familiares de las víctimas de la dictadura (los famosos detenidos-desaparecidos) porque los asesinos se iban de rositas.

Dinissia

Sí, y mucha gente se cree que es una palabra "exótica" que se han inventado los "perroflautas izquierdosos" de la PAH porque no tenían nada mejor que hacer que tocar las narices a los del PP.

Amenophis

En Argentina es el trabajo de meses que culminaba con el escrache multitudinario en si.

Aquí desgraciadamente no puede ser así, hay mucho desgraciado que debe saber el barrio donde vive quién es y demasiado poco tiempo antes de que se vote la ILP.

Para tanto que hacer y tan poco tiempo se está haciendo bastante bien.

darkcopperpot

#0 ¿Y no sabéis tomaros la justicia por vuestra mano?

La Justicia y los "medios democráticos" son pamplinas burócratas para papistas e idiotas profundos.

Si ellos juegan sucio nosotros más todavía.

Quenomecuentes

Aquí convivimos con los asesinos torturadores fascistas esperando que se murieran con la lengua fuera, igual que se espero hasta que el dictador muriese en su cama, se espero mientras sus hijos tomaban las riendas, se espera "a ver" si cae Zp, se espera a ver si cae Rajoy ... aquí se espera, se espera, se espera ...

Llegan los y dicen "eso es malo" y los niños "buenecitos" les creen, repiten, copian y pegan los grititos y todo arreglado. A sufrir resignadamente muchachotes!!!