Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollan un proceso que permite aprovechar las cáscaras de fruta, los desperdicios de comida y otros residuos para obtener biocombustibles. Carlos Escamilla Alvarado, investigador del Cinvestav del IPN, desarrolló un proceso de biorrefinería en donde los desechos orgánicos se transforman en hidrógeno, metano y otros productos que se pueden utilizar en diversas industrias.
|
etiquetas: biorrefinería , hidrógeno , basura , metano , hidrógeno