Todo en la tienda está supervisado por rabinos."Las mujeres necesitan el visto bueno del esposo para hacer todo tipo de compras, como el menaje", confiesa una vendedora. La tienda sólo para mujeres se ha adaptado a esa necesidad. Hecha la ley, hecha la trampa. Los hombres pueden entrar ahora a la zapatería que hay justo antes del umbral, y sus esposas llevan allí el género para que ratifiquen la decisión.
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