La España de hoy no facilita el desarrollo de los talentos de mucha gente, por ejemplo, de los parados, los jóvenes aparcados en trabajos de poca calidad o los mayores arrinconados antes de tiempo. El país no resuelve sus problemas dándose ánimos, cambiando de políticos o con más dinero (aunque todo ello ayude). Los resuelve enfrentándose con su realidad y cambiando su propio modo de ser. Para ello, necesita situarse y compararse: por lo pronto, situarse en Europa y compararse con otros europeos.