Hace 13 años | Por Justin a fundacion-antama.org
Publicado hace 13 años por Justin a fundacion-antama.org

En los orígenes, las rosas sólo podían ser amarillas, rojas o blancas, el resto de colores no existían ya que esta planta es incapaz de producir pigmentos de otras tonalidades de forma natural. Con la mejora genética convencional se ha logrado que las rosas adquieran un sinfín de tonalidades, y además, la ingeniería genética moderna está creando flores de mayor duración, con nuevos aromas o resistentes a plagas. Las flores transgénicas decorativas es un mercado en constante crecimiento que ha llegado incluso a la Unión Europea.

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Justin

En 1996, Florigene ya había puesto a disposición de los mercados la primera flor transgénica, un clavel color violeta pálido. Hasta la fecha, cinco especies más de claveles han sido desarrolladas con diferentes tonos de violeta y azul. Cuatro de estas especies están permitidas para su comercialización en la Unión Europea.