Este verano las cuentas se hicieron a la baja. De los seis millones oficiales se bajó a la horquilla 3,5-4. El equipo perdió a Steffanson, Rutenka (el Barça pagó el millón de su cláusula de rescisión), Zorman, Pajovic y Laen. Además, Uríos, el mito, se retiraba. Así, al inicio de temporada, ni la propia afición confiaba en un club que ha demostrado cintura cuando la economía contrariaba la costumbre. Relacionada:
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