En la represión que ejercen algunos gobiernos ha sido clave el papel de la tecnología de vigilancia de la actividad de los ciudadanos en la Red. La mayor parte de estos productos, desarrollados para el seguimiento y censura de los ciudadanos online, ha sido fabricada en Occidente. Una de las muestras más dramáticas de la relación entre esta tecnología y las repercusiones para la vida y seguridad de las personas es la empresa estadounidense Bluecoat, que ha servido mejor mejor que ninguna otra al propósito de control del régimen sirio.