Imagina que vives en la remota Villa Arriba. Necesitas una pieza de ordenador. Entras en el site de la empresa americana Cablesaurus. Compras sin utilizar euros ni dólares ni ninguna divisa de país. Y en pocos días, llega a tu casa. Además, la transacción se hace sin pagar impuestos ni tasas de bancos. No hace falta que despiertes de ningún sueño. Ni que recuerdes las tentativas fallidas de monedas virtuales – bit gold, RPOW, b-money- del movimiento ciberpunk. Tu compra-venta utópica se puede realizar con Bitcoins (BTCs), una moneda sin patria.
Comentarios
El problema de bitcoin no es que tenga o no tenga patria, es que si bien hay comercios que la utilizan, no hay una economía funcionando con ella, tanto el comprador como el vendedor para usar bitcoins tienen que hacer un cambio de divisas antes y después de la compra. Muy poca gente recibe (si es que realmente la hay) la nomina en bitcoins, muy pocas empresas se pueden dar el lujo de mantener sus bitcoins recibidos como pago sin cambiarlos por dólares o la divisa que corresponda.
Además estos tipos de cambio son muy volubles, mucho más que los de una divisa fuerte al menos. Un bitcoin puede estar hoy a 5 dólares, mañana a 4, pasado a 3, la próxima a cinco, la siguiente a 1. Debido a que es un experimento liberal, no hay ni se pretende que haya un control sobre la moneda para mantener su valor a un nivel estable.
Un experimento interesante pero con ese problema que lo hace dificil de llevar adelante como algo serio.
#1 Eso que dices es a la vez causa y efecto de que sea una moneda poco utilizada, pero no son problemas inherentes al sistema. Es un sistema retroalimentado. El tiempo dirá si consigue alcanzar la masa crítica necesaria o no. Creo que esencialmente depende de si las ventajas que ofrece extra respecto a cualquier otra moneda (el anonimato, vamos), llegan a pesar lo suficiente como para hacerle superar esa masa crítica.