Lo consideran una práctica brutal, donde gente inexperta bajo los efectos del alcohol somete al animal a una tortura larga y violenta. Pero un años más, se celebran en Algemesí las becerradas. Niños y jóvenes contemplan y colaboran en el maltrato de los animales, los vecinos del pueblo, por su parte, pretenden no sólo estan a favor de la fiesta, sino que además aseguran que los medio manipulan y distorsionan la realidad. Una tradición muy arraigada, pero que empieza a tener retractores que cada día, van en aumento...
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La España profunda da asco.