No importa el idioma o la cultura, a todo bebé le encanta descubrir que detrás de unas manos, o un objeto, está la cara del ser querido. Algunos le llaman cucú o peekaboo a este juego que es más importante de lo que se cree.
Quitando que el titular está claramente redactado con ayuda de una resaca descomunal, si -como adulto- eres tan patán como para disfrutar de rondas interminables de este juego, joder, no te mereces tener hijos.
Y punto.
Comentarios
Quitando que el titular está claramente redactado con ayuda de una resaca descomunal, si -como adulto- eres tan patán como para disfrutar de rondas interminables de este juego, joder, no te mereces tener hijos.
Y punto.