Steve McIntyre demuestra que las excusas utilizadas por Chris Turney, jefe de la expedición del Akademik Shokalskiy que quedó atrapado en el hielo marino antártico este verano austral, sobre la "impredecibilidad" de una ruptura de hielo multianual que era parte de una plataforma de hielo, son totalmente falsas. El Akademik quedó atrapado por hielo marino móvil desplazado por fuertes vientos del este que, además de ser típicos en la región, eran conocidos con antelación. Nature hizo suyas las alegaciones de Turney sin verificarlas.
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Como suele ocurrir, no es el error cometido lo que hace más daño, sino todos los intentos posteriores por taparlo. Algo parecido ocurrió con el palo de Hockey, también denunciado inicialmente por McIntyre. 10 años de publicaciones tratando de arrojar algo de validez sobre una metodología demostradamente errónea y unos proxies evidentemente inadecuados, y después nos enteramos en el climategate que en el fondo todo el mundo sabía que el estudio de Michael Mann era una basura y que McIntyre tenía razón.