Rocambolesco pero cierto: ¿se imagina que su selección nacional de fútbol acuda a un amistoso para descubrir que los jugadores del equipo contrario son impostores? Eso es lo que ocurrió en el partido entre Bahréin y Togo disputado a principios de septiembre.
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¡Tongo, tongo! Digo... ¡Togo, Togo!