Hace 12 años | Por --15141-- a salvajeilustrado.com
Publicado hace 12 años por --15141-- a salvajeilustrado.com

Las sociedades europeas están gestando una profunda crisis social en sus entrañas como consecuencia del tremendo golpe económico que han recibido. Esta crisis se está manifestando en el estallido de protestas a lo largo y ancho del territorio europeo. Sin embargo, algunas de esas reivindicaciones cívicas ya se han traducido en episodios violentos, como ha sido el caso de los recientes sucesos en Reino Unido.

Comentarios

l

No seamos tan simplistas, en el reino unido ha habido vandalismo. Aquello no tenía nada que ver con necesidad.

D

#1 No es simplismo; es inversión de la realidad.

SalMax

Gracias, me gusta cuando se generan opiniones y tertulias interesantes en torno a este tipo de artículos más técnicos.

Esperaré y leeré tus impresiones; tiene pinta de que enriquecerán el propio articulo.

D

Anotación que hago antes de empezar a leer la entrada: cada vez que veo que alguien dice que va a extraer una conclusión «científica» sobre un asunto social, me preparo a encontrarme con una vacuidad marxista. ¿Prejuicio? ¿Realidad? A ver…

El Materialismo Dialéctico: Una herramienta social que nos avisa

¡Bingo!

SalMax

#2 Bueno, antes de prejuzgar y tachar de vacuidad marxista, leamos el artículo y a ver en qué consiste la herramienta analítica materialista dialéctica.

A mí personalmente me ha parecido bastante coherente y un análisis bastante técnico y científico usando esta herramienta.

¿Eres capaz de cuestionar la herramienta analítica materialista que usa el autor en el artículo, y en consecuencia tacharlo de vacuidad marxista?

Si es así, por favor expón tu razonamiento. Esto lo digo sin ánimo de ofender. En serio que me interesa un contrapunto al razonamiento que se expone en el artículo, porque de entrada me parece muy muy coherente y objetivo.

Un saludo

D

#4 Bueno, mi propósito era más irónico que otra cosa. Es que el lenguaje marxista está tan fosilizado, es tan previsible, que se identifica en una sola línea. No quería hacer ningún análisis del texto en sí, sino una anotación puramente estilística.

Es posible que sea coherente y bien hecho. Aunque yo personalmente le tengo bastante tirria al marxismo contemporáneo (me parece que ha ahondado en la tendencia, ya de por sí marxista, a la circularidad y el maniqueísmo), de vez en cuando encuentro alguna cosa marxista que me sorprende por decir cosas bien dichas (la última de ellas fue un artículo sobre política lingüística). De hecho, curiosamente, cuando la izquierda posmoderna ha caído casi toda ella por la pendiente del relativismo y la posmodernidad, los viejos marxistas han sido normalmente de los únicos (en la izquierda) que han querido mantenerse en el tradicional y sensato axioma de que existe una realidad objetiva exterior a nuestra mente, y que nuestra tarea intelectual ha de ser averiguarla, y no literaturizarla. Esto ha «redignificado» en cierto modo al rancio marxismo, aunque parezca exteriormente más démodé.

Ahora no tengo tiempo para leerlo bien, pero dentro de unas horas lo miraré y te comentaré mis impresiones.

Saludos igualmente,

D

#4 #7 #8 #9 Leído.

Bueno, en primer lugar yo es que tengo una discrepancia de fondo con la «herramienta». Creo que el materialismo dialéctico se ha interpretado de una forma muy unidireccional (la «estructura» incidiendo en la «superestructura»), lo que me parece sesgado: el ámbito de la cultura tiene más autonomía de lo que el marxismo tradicional le reconoce. Precisamente el área de los llamados «estudios culturales» (que me gustan menos que el marxismo) nació para corregir esto, solo que desembocó en unos derroteros desconstruccionistas que acabaron por laminar su sentido. Me parece que la sociología (marxista y no marxista) debería beber más de la antropología. Pero esto sería largo de tratar.

A partir de un paradigma (el marxista) que encuentro bastante discutible, creo que la predefinición de las categorías de «tesis» y «antítesis» lleva al autor a encajar hechos concretos bajo esos nombres, pero que no tiene especial utilidad descriptiva: lo mismo que se le pone a algo la categoría de «antítesis» se le podría poner otro nombre bajo otra teoría, y no dejaría de ser igualmente descriptivo. Es decir, que lo que se hace es encajar la terminología marxista en la descripción de lo que está pasado, pero tampoco es que esa terminología añada nada que no pueda ser dicho con otros términos.

Claramente, me rechina esta frase: «Esta herramienta analítica no solo no ha sido jamás contestada científicamente con un mínimo de credibilidad, sino que ha marcado la sociología, la filosofía, la historia, la economía y la ciencia política contemporáneas, siendo la herramienta empírica más relevante en el ámbito de las ciencias sociales al aproximarse a los cambios sociales como objeto de estudio.» Me parece de una prepotencia (típicamente marxista) que desprecia lo que no está en su propio paradigma.

Sobre los hechos en sí:

Creo que sí estamos en medio de un cambio social estructural. Lo que estamos viendo pasará a la historia, y al igual que los cambios históricos verdaderamente trascendentales, no es un cambio que se produzca mediante una rúbrica oficial o declaración institucional, sino que se viene gestado soterradamente desde hace tiempo y ahora emerge, finalmente, en manifestaciones sociales diversas, que a la mayoría de la gente les parecen confusas y carentes de sentido (precisamente por su amplia y radical novedad social).

Creo que se dice muy bien en el artículo que las masas que ejercen cambios históricos no defienden conscientemente un ideario sistemático, sino que responden a un estado emocional, pero eso no les quita importancia histórica. Es una ingenuidad (típica de intelectualillo) pensar que una masa «no va a ninguna parte» porque sean analfabetos o porque no sepan explicar claramente qué es lo que quieren; ese error arrogante lo cometieron muchos al despreciar lo que significaba y denotaba el 15-M; llamaban mediocres a los jóvenes de las manifestaciones sin darse cuenta ellos de su propia mediocridad.

Sin embargo, creo que el autor ha cometido un error de apreciación, tal vez por no mirar las cosas desde el otro punto de vista (sería bueno que se metiese en la piel de un derechista): no es cierto que los medios de comunicación hayan rebajado la importancia de estos disturbios reduciéndolos a simples actos delictivos de vándalos. De hecho, la interpretación dominante, incluso en medios de derechas, es deudora de la cosmovisión de la izquierda: «las masas de excluidos se rebelan». El problema es que hay una ceguera de casi toda la izquierda en ver y reconocer su propria ubicación social, ideológicamente dominante.

Se dice muy bien que la desaparición de los programas de ayuda social aumentará la agresividad de sus beneficiarios, pero añadiría algo importante —que da a razón a un cierto discurso de la derecha— y que esos programas han rebajado la dignidad de esas personas, que viven (esto en los países anglosajones es muy evidente, no en España) en una situación de falta de incentivos personales, para mejorar, para trabajar, para culturizarse… La condena de estos grupos a vivir de la beneficiencia estatal (algunos de ellos tienen hijos solo para cobrar prestaciones por familia numerosa) ha generado una cultura lumpen, una «chonización» social que ahora estalla en la cara. Pero sobre el estallido violento del lumpen no creo que se vaya a construir nada que nos guste ver.

Lo dejo por aquí…

Más saludos a todos.

Z

Lo que yo veo es que hoy día todo lo que sea "marxista" se prejuzga de antemano. Sin embargo hay que tener en cuenta dos cosas.
Lo primero es que el autor hace referencia a la Sociología del Conflicto, que es una tradición mucho más grande que la marxista, de hecho, y tal y como indica, Hegel fue uno de los primeros autores en crear el materialismo.
Lo segundo es que la aproximación científica a la realidad social que llevó Marx no ha sido superada por ningún otro sociólogo a día de hoy. Yo no conozco a ningún autor capaz de rebatir la visión del Marx sociólogo. Y mira que los liberales lo han intentado, con herramientas analíticas pésimas como el "rational choice" y la reducción del hombre a un mero egoista económico.
Otra cosa es que la visión "prospectiva" o política de Marx sea cuestionable. Su visión en torno a una nueva revolución dialéctica que acabara definitivamente con las clases, por la socialización de los medios, puede ser cuestionable.
Tan cuestionable que los "anti-Marx" deliberadamente confunden la salida política futura, con el Marx científico, que repito, para mí es incuestionable.

l

¡Qué diálogo más educado! Ni un negativo, da gusto. Os voy a menear por enrollaos.

En estos momentos próximos a la fractura social corremos un riesgo enorme que es la polarización hacia los extremismos. Tanto el fascismo como el comunismo son peligrosísimos e igualmente atrayentes para la gente desesperada. Se está fracasando desde las "democracias" en proporcionar un entorno favorable para salir de la crisis generando empleo. Se quiere salvar a toda la costa a entidades bancarias que han delinquido y es algo intolerable que puede provocar la furia social.

A veces siento un vacío enorme cuando veo actuaciones de la UE y sus gobernantes. No se adonde llegaremos porque no lo veo. En la crisis del 2002 que fue ridícula se veía o en la del 93 y 94 que se optó por empobrecer más a los Españoles pero en esta me temo que nadie tiene ni idea de lo que hacer.

Z

Totalmente de acuerdo. A veces parece que Marx sólo fue un conjunto de visiones políticas. Se suele olvidar que es el padre de la ciencia social moderna. Su enfoque analítico jamás, y digo jamás, ha sido rebatido por nadie. Es más, tanto pluralistas, como elitistas, incluso liberales, y por supuesto neomarxistas en la actualidad, que son incapaces de hacer un revisionismo coherente, han aceptado sus postulados científicos. Sólo tendríamos que observar a Dahl, J.S. Mill, Weber, Schumpeter, Madison, Adorno, Darendorf, Habermas... Todos aceptan el materialismo dialéctico y las relaciones de producción con su conflicto inherente como motor de la historia.
Repito, cosa diferente es el Marx político, que desgraciadamente, se utiliza para desprestigiar al que probablemente ha sido el mayor filósofo de la historia junto con Aristóteles.

Z

Perhi, estoy en total acuerdo contigo en torno al fondo de la situación de la sociedad británica, apruebo todas y cada una de tus palabras. Sin embargo, en lo referente al marxismo, no puedo decir lo mismo, por lo que permíteme que abra contigo un debate en lo referente a las herramientas científicas del marxismo.

Como investigador en Ciencia Política, jamás he encontrado un paradigma desde el que acercarme a las instituciones sociales, y a las estructuras políticas más acertado que el marxismo. Ningún otro paradigma tiene la solidez empírica que tiene el marxismo. Me reconocerás que el otro gran paradigma, el funcionalista, ha caído en un descredito total, ya que lejos de ser una herramienta, es un mero justificador del status quo, admitiendo el consecuencialismo de todo lo que nos rodea.

Cada vez que me tengo que aproximar a realidades como la religión, la familia, la educación... el marxismo me aporta la visión más empírica. Una visión de clase, es cierto. Pero no deja ser empírica.

Es cierto que si dejamos de lado la aproximación sociológica, donde es claro dominante por ese fracaso del funcionalismo, al aproximarnos a las instituciones políticas el sesgo es algo mayor. Por ejemplo la Teoría del Estado de Marx ha sido muy debatida, pero no rebatida, es más, los teóricos más contestatarios, de la mano del liberalismo de derechas a través del pluralismo, cayeron en desgracia a mediados de los 60 llegando a admitir las realidades dialécticas en torno a los medios de producción. De ahí que la mayoría de los pluralistas, con el ayatolá Robert Dahl a la cabeza, se reconvirteran hacia un neopluralismo que admitía la existencia de élites que tenían como base los medios de producción.

Ni que decir tiene que las facciones de Madison, las élites de Weber, y toda la teorización en torno al Estado, parten y admiten los preceptos de Marx como sagrados.

Pero si el impacto científico de Marx ha sido tan incuestionable, en lo referente a su herramienta de "motor histórico", el materialismo dialéctico, su éxito ha sido total. Nadie cuestiona esta realidad de conflicto histórico movido por luchas entre tesis. Ten en cuenta que el materialismo histórico reproduce como herramienta analítica toda la historia, desde la revolución neolítica. ¿Algún paradigma ha sido capaz de hacer eso? Y lo mejor, ¿es que en la actualidad no se puede seguir evaluando la realidad mediante esos preceptos?

Otros preceptos marxistas como su teoría de clases si ha sido ampliamente debatido, si que es cierto que es un ámbito que admite la discusión. De hecho, la crítica weberiana a la "multidimensionalidad" de la clase, en su plano de prestigio y poder, además de económico, fue un golpe empírico brutal a la clase.

Pero aunque existan aspectos discutibles del marxismo, como la clase, y por supuesto su visión de futuro vinculada al comunismo, la herramienta científica del materialismo no es discutida más que desde ese imperativo categórico que se suele afirmar pero con poco argumento.

Llevo años queriendo encontrar a algún teórico que cuestione esta herramienta. Todos los que lo han intentado han caído pos su propio peso.

Es más, permíteme que te resalte un detalle, la propia teoría política vinculada a la derecha, no ha cuestionado el materialismo, aunque si el resto de Marx, precisamente porque va de la mano de la visión liberal del "homus economicus" en busca de su beneficio individual, ya que el marxismo identifica a los individuos como seres libres de ideas y valores, y sólo condicionados por lo económico. No están tan desencaminadas las dos herramientas, de ahí que la mayoría de los teóricos neoliberales aceptan esa visión economicista del individuo en la historia para aceptar los cambios revolucionarios.

Un placer discutir contigo estos temas, en los tiempos que corren estos debates parecen proscritos...

S

Basta leer los términos "marxista", "materialismo" etc... y aparecen inevitablemente los viejos prejuicios estereotipados productos de la propaganda... La sociología moderna, sin embargo, se apoya en esa línea de pensamiento porque no ha sido capaz de encontrar otras herramientas mejores para su trabajo. Nadie criticará un análisis sociológico sin leerlo siempre que no aparezcan en una sola de sus líneas los términos denostados.
El autor podía haber tratado de eludirlos y ahorrarse los mencionados prejuicios... a no ser que esa fuera una de sus intenciones: desenmascararlos.