El entusiasmo de Kennedy por la obra no era exclusivamente literario: Seven days in May era un libro interesante por todo lo que se contaba en él, un buen ejercicio de política-ficción. Pero no dejaba de tener las hechuras del típico best-seller y no era una obra maestra. Sin embargo, según parece, el Presidente encontraba plausible lo narrado en el argumento: una conspiración de la cúpula militar para, aprovechando un domingo de maniobras en que las fuerzas armadas simulaban una alerta máxima, abolir el poder democrático y hacerse con el timón
Comentarios
La mejor frase: "Sí señor, sé quien fue Judas, un hombre para quien trabajé y admiré hasta que supe que había deshonrado el uniforme."
¿El ECONCOM creo recordar?